Encuentro por el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez

La Plata, 19/06/20.- En el marco de las acciones que viene llevando a cabo el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en relación a las personas adultas mayores, y con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez (15 de junio), la titular de la Dirección de Vinculación, Gestión y Planificación de Políticas Institucionales, Valeria Sampayo, fue invitada por la subgerenta de Capacitación Genrentológica del PAMI, Susana Ordano, a participar de la videoconferencia, organizada por la directora ejecutiva de PAMI, Luana Volnovich.

 

En este encuentro se visibilizó el instrumento genuino que tiene el continente que pone la mirada en el cuidado integral de las personas mayores: la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos de las Personas Mayores, de la cual Argentina forma parte junto a Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y Uruguay.

Durante las exposiciones se puso de manifiesto que algunas personas mayores se enfrentan a vulnerabilidades adicionales en este momento, ya que, ante la pandemia mundial de la COVID-19, el virus no solo amenaza sus vidas, sino sus redes sociales, su acceso a los servicios de salud, sus trabajos.

De la actividad participaron Maureen Birmingham, representante en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS); Enrique Vega, jefe de la Unidad Curso de Vida Saludable dentro de la OPS; Julissa Mantilla Falcón, comisionada en temas de personas mayores en la Organización de Estados Americanos; Adriana Rovira, directora en Uruguay de la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (ALGEC); Sandra Huenchuan, experta en temas vinculados al abuso y maltrato en la vejez de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), y Gabriel Lerner, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Cabe aclarar que, la coordinación de dicho encuentro estuvo a cargo de la secretaria general de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidados en PAMI, Mónica Roqué.

Aunque personas de cualquier edad corren el riesgo de contraer COVID-19, las personas mayores tienen un riesgo mayor de mortalidad y de enfermarse gravemente después de la infección. En este sentido, los de más de 80 años mueren a una cadencia cinco veces mayor al promedio. A su vez, pueden sufrir discriminación por edad en las decisiones sobre atención médica y terapias que salvan vidas.

Las desigualdades globales demostraron que, antes del COVID-19, casi la mitad de las personas mayores de algunos países en desarrollo no poseían acceso a los servicios de salud esenciales. Asimismo, la pandemia puede llevar a una reducción de los servicios críticos no relacionados con el COVID-19, lo que extiende aún más la mortalidad, según un informe de la ONU.

 “Entre 2015 y 2030 se prevé que, en todos los países del mundo, habrá un aumento sustancial de población de personas mayores de 60 años. Este crecimiento será especialmente más rápido en las regiones en vías de desarrollo. Si bien, el maltrato en este grupo etario es un tema tabú, ha comenzado a ganar una mayor visibilidad como problema en todo el mundo”, informaron desde la ONU.

En este mismo sentido, en su Resolución 1-20 “Pandemia y Derechos Humanos”, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomendó a los Estados de la región reforzar sus medidas de monitoreo y vigilancia contra la violencia hacia las personas mayores, ya sea a nivel intrafamiliar, en residencias de larga estancia, hospitales o cárceles, facilitando la accesibilidad a los mecanismos de denuncia.

“Ninguna persona, joven o vieja, es prescindible”, dijo el secretario general de la ONU, António Manuel de Oliveira Guterres.

VS/MTD

 

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