Privadas de libertad confeccionaron 350 tapabocas con una sonrisa cosida para el Hospital de Niños de La Plata

La Plata, 07/07/20.- Es el resultado de un acuerdo entre el Servicio Penitenciario Bonaerense y la Fundación PRASAM. Internas de la Unidad 46 de San Martín pusieron la mano de obra en el taller textil. La producción es para los chicos internados en la sala de terapia intermedia y sus visitas. Otros 350 tapabocas fueron para los niños de hasta 4 años que viven con sus madres detenidas.

 

Privadas de libertad de una de las cárceles bonaerenses confeccionaron 700 barbijos que fueron entregados la mitad de ellos al Hospital de Niños de La Plata y el resto a la Fundación PRASAM, una entidad que vela por los derechos de los niños en la provincia de Buenos Aires.

En el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, la experiencia solidaria se desarrolló en el anexo femenino de la Unidad 46 San Martín, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Los 350 tapabocas donados al Hospital de Niños “Sor María Ludovica” serán destinados para los pacientes internados en la sala de terapia intermedia y sus visitantes.

La mitad de los elementos de bioseguridad se entregaron en la sede de la jefatura del SPB en un encuentro en el que estuvieron presentes el Director Provincial de Políticas de Inclusión Socioeducativas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Iafolla, la Directora de Niñez en Contexto de Encierro del SPB, Andrea Bartolomé, el presidente de la Fundación PRASAM, el psicólogo Daniel Rosemberg y la coordinadora dentro de la fundación del programa Nnapes (niños y niñas con padres encarcelados) de la fundación, Gabriela Grieco. Más tarde, se hizo entrega de la otra mitad de los barbijos al Hospital de Niños de La Plata donde fueron recibidos por la Directora, Cecilia Gaviot y la Jefa de Sala, Virginia Peluffo.

Rosemberg explicó que “los rollos de tela y los elásticos utilizados para la confección de barbijos en su versión “Emobocas” —con una sonrisa cosida para expresar estados de ánimo— fueron provistos por la Fundación”. Además, el psicólogo contó que “las internas que participaron en la fabricación recibieron también una capacitación acerca de los derechos de los niños y el contexto en el que se realiza la donación".

Durante la entrega, Bartolomé destacó que “los barbijos que llegaron a la fundación serán repartidos entre los chicos que viven con sus madres en las Unidades 33 de Los Hornos y 54 de Florencio Varela. Además". En tanto, Grieco dijo que “les daremos emobocas a los nenes que asistimos en nuestras sedes de Almirante Brown, Morón, Lomas de Zamora y Ezeiza”.

En ese sentido, Rosemberg agregó que “estas iniciativas son muy importantes para cuidar a los chicos que están en una situación de gran vulnerabilidad”.

Al respecto, Bartolomé resaltó el trabajo de la Dirección de Niños en Contexto de Encierro. “Continuamente generamos actividades junto a otras ONG para hacer valer los derechos de los niños, tanto para quienes están dentro de los establecimientos penitenciarios como los que están fuera de ellos”, agregó Andrea.

El espíritu de la donación se refleja en los envoltorios de los barbijos inscriptos con la leyenda “nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz”.

Bartolomé informó además que las internas trabajaron 15 días en la confección y resaltó que “siempre se muestran predispuestas a participar en actividades solidarias”.

Por otro lado, Iafolla subrayó que “es muy importante la conexión que se generó entre el afuera y el adentro, entre distintas organizaciones y las personas privadas de su libertad. La cárcel tiene cuestiones tratamentales de trabajo y educación a lo que sumamos todo lo que tiene que ver con lo humano, con generar vínculos afectivos, vitales para lograr una cárcel distinta”.

Fotos: LO

Texto: MG

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