Pequeños en convivencia, grandes logros

La Plata, 28/07/16. Dos niños de un año comparten la sala de Deambuladores del Jardín Las Palomitas, situado en la calle 60 entre 137 y 138, de la localidad de Los Hornos. Santino, es hijo de una interna de la Unidad 33 mientras que, Florencia, es hija de penitenciarios que trabajan en la Unidad 1 de Olmos. Diariamente, esta historia se repite en el establecimiento preescolar que alberga niños del personal del Servicio Penitenciario Bonaerense y de mujeres privadas de su libertad.

“En nuestro jardín no existen diferencias entre los niños que son hijos de internas o de penitenciarios. El personal que aquí trabaja no hace ningún tipo de distinción entre quienes concurren a nuestras salas. El único día que los niños pueden ver una situación distinta es cuando realizamos los actos escolares, ya que las madres detenidas no pueden compartir el momento. Sin embargo, ese día, tanto nosotras, las docentes, como los padres que trabajan en el Servicio, nos avocamos más fuertemente a ellos, para que no noten ninguna carencia”, cuenta la Directora de “Las Palomitas”, Giselle Horehled.

Uno de los objetivos principales de la educación preescolar es que el niño menor de seis años reciba de forma continuada, sistemática y ordenada aprendizajes en ambientes favorables que le den la posibilidad de adquirir y desarrollar todas las funciones necesarias para enfrentar su futura enseñanza escolar.

“Luego del destete, es beneficioso para la salud física y psíquica, que los niños sociabilicen en contextos diferentes al del hogar o, en este caso, al de la prisión. Tanto desde el Jardín, como desde el Consejo Asistido, que funciona en la Unidad 33, se hace hincapié para que las internas permitan que sus hijos concurran a este tipo de establecimientos”, recalca el Médico Pediatra Neonatólogo y Jefe de Sanidad de Establecimientos Preescolares, Néstor Martiarena.

“Las Palomitas” cuenta con cinco salas, en el turno mañana, y otras cinco, en el horario de la tarde. La Representante Legal de la Institución, Ana Claudia Benedetti, relató que la matrícula es de 110 niños, de los cuales 27, son de las mujeres que están alojadas en el Pabellón de Madres que funciona en la Unidad Penitenciaria de Los Hornos.

“En nuestro jardín conviven hijos de internas con hijos de penitenciarios. Es igual a cualquier otra institución educativa y funciona con toda la responsabilidad que un lugar de este tipo requiere. Aquí los chicos desayunan, juegan y aprenden, descansan y almuerzan. Además de las docentes de sala, hay maestros especiales de música, plástica y educación física que enseñan otro tipo de contenidos”, relató la Subcoordinadora de Establecimientos Preescolares, María Teresa Poggi.    

Con la sanción de la Ley de Educación Nacional, en el 2006, y fundamentalmente, de la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires, en el 2007, se contempló la situación educativa de los hijos de las madres. Conforme a esta norma, “Los sistemas educativos jurisdiccionales ofrecerán atención educativa de nivel inicial destinada a los niños de cuarenta y cinco días a cuatro años de edad, nacidos y/o criados en estos contextos, a través de jardines maternales o de infantes, así como otras actividades educativas y recreativas dentro y fuera de las unidades penitenciarias”. Particularmente, el artículo 26 de la Ley Provincial, propicia que la educación de estos niños se realice fuera del ámbito de encierro. 

En sus inicios, y a partir de la llegada de bebés al establecimiento carcelario, el jardín funcionaba en las instalaciones de la Unidad 8 de Lisandro Olmos. Posteriormente, con el objetivo de no reproducir el contexto carcelario en los niños, “Las Palomitas” comenzó a funcionar en la Avenida 60 de Los Hornos. Dadas las características y condiciones en las que viven estos niños y la imposibilidad de sus madres de satisfacer sus necesidades educativas por sus propios medios, el Estado tiene la particular obligación tanto de facilitar oportunidades educativas, como de adoptar medidas que eviten que este derecho sea obstaculizado. 

La integración social es el objetivo primordial de “Las Palomitas”. Sin distinciones, con trabajo, esfuerzo y vocación, el equipo docente del establecimiento preescolar vela, en todo momento, por la educación de los más pequeños. “Aquí buscamos garantizarles a los niños una infancia feliz y una convivencia pacífica en pos del constante aprendizaje”, concluyó la Directora Horehled. 

MTD