Se celebró el 61º aniversario de la Escuela de Cadetes

La Plata, 02/09/15. Presidido por la Jefa del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, María Florencia Piermarini, se llevó a cabo hoy el acto para celebrar el 61º aniversario de la Escuela de Cadetes, Instituto Superior de Formación Técnica Nº 6001, “Baltasar A. Iramain”.-

La ceremonia se realizó  en el  Parque de la Glorieta y contó con la presencia del Director General de Coordinación, Claudio Cardo, el Director General de Asistencia y Tratamiento, Carlos Russo, el Director General de seguridad, Marcelo Rotger, el Subdirector General de Recursos Humanos, Alberto Páez, el Director de la Escuela de cadetes, Gabriel Demurtas  y los integrantes del Consejo Académico (Claudio Bernard, María Laura D’Gregorio, Daniela Berci y Marcelo Dragui, entre otras importantes autoridades.

Luego del ingreso de la Bandera Nacional Argentina y ubicación en el sitial de Honor y la entonación del Himno Nacional Argentino, el capellán de la dependencia ofreció una oración de acción de gracias y una bendición de medallas y jerarquías.

Inmediatamente las autoridades entregaron medallas al personal que cumplió 25 y 30 años, y a los que ascendieron como Suboficiales Cadetes.

Al dirigirse a los estudiantes de la Tecnicatura de Ejecución Penal, Piermarini afirmó: “Necesitamos pensar el tratamiento, la asistencia y la seguridad penitenciaria como una cuestión de asistencia social. Eso es lo que se transmite a través de las nuevas currículas de formación con docentes de excelencias, para poder cumplir la tarea para la cual hemos sido preparados, que es la de contener, la de brindar tratamiento, la de acompañar a quienes están atravesando un mal momento por una mala elección, con quienes nosotros tenemos la obligación de devolverlos a la sociedad y brindarles a ellos todas las herramientas inclusivas que tengamos a la mano”.

Luego la Jefa del Servicio expresó que “no solamente buscamos profesionales que estén a la altura de las capacidades  técnicas de los conocimientos de la ejecución de la pena, también necesitamos buenas personas. La vocación puesta al servicio del otro para colaborar en algo que todos buscamos: poder vivir en paz y tranquilidad como sociedad. Apostamos a eso, a seguir mejorando, a seguir capacitando”.











































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