Monseñor Gabriel Mestre celebró la Misa de Navidad en las unidades penitenciarias del Complejo Penitenciario Este

Batán 02/01/23.- El obispo Gabriel Mestre de la Diócesis de Mar del Plata, visitó las cárceles de Batán para celebrar la misa de navidad, ocasión en la cual se reunió con los fieles para  llevar el mensaje de Navidad y Año nuevo, siendo el lema de este año; “Aprender del niño Jesús, la humildad, la sencillez y la pequeñez”-.

Las jornadas comenzaron con unas palabras y la oración de bendición para el personal de guardia, en presencia del jefe de Complejo Penitenciario Este, Roberto Astete y del secretario de coordinación, Esteban Fraga; quienes estuvieron acompañados por el director de la Unidad 15 Gabriel Cufre; junto al director de la Unidad n°50, Marcelo Colque y el subdirector Edgardo Flores de la Alcaidía Penitenciaria Batán, cuyo director es Mariano Ciancio Gelosi. También estuvieron presentes los subdirectores, jefes de área y el personal de guardia. 

Asimismo, los privados de libertad alojados en cada establecimiento carcelario compartieron la palabra de Dios, comulgaron y se acercaron al pesebre para brindarle -simbólicamente –su corazón a Jesús, aceptando a Cristo en sus vidas. Luego de la celebración de las misas, las autoridades, el obispo, los miembros de la pastoral y los seminaristas recorrieron los pabellones llevando al Niño Jesús a cada celda con el deseo de una feliz Navidad para todos.

En referencia, Monseñor Mestre compartió el mensaje navideño, en el que expresó que; “Celebrar la navidad es celebrar que el poder omnipotente de Dios se hace presente en un Niño recién nacido. La imagen de este Niño, que es el Señor, el Mesías y el Salvador, nos habla de la humildad y la sencillez de nuestro Dios, que nos invita en esta Navidad a que podamos crecer con su fuerza, su gracia y su poder en humildad y sencillez”.

El espíritu de Cristo está presente en las cárceles del Complejo Penitenciario Este a lo largo del año, gracias al compromiso de la pastoral penitenciaria, que realiza semanalmente su trabajo en los pabellones brindando contención y manteniendo la enseñanza de la palabra, alentando a que todo aquel que tenga su corazón dispuesto a recibir a Jesús, lo podía hacer porque Él es la paz y el amor, entre todos nosotros.

 

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