Inocuidad y Seguridad Alimentaria

La Plata, 05/11/21.- La Dirección de Seguridad e Higiene Alimentaria del Servicio Penitenciario Bonaerense a cargo de Sergio Migoya brinda consejos a tener en cuenta en relación a la inocuidad y seguridad alimentaria.

 

Si bien el contexto de Pandemia por Covid-19 llevó a extremar muchos cuidados, aún no se tiene en cuenta el importante rol que tienen ciertas acciones a la hora de consumir determinados alimentos. Inocuidad y seguridad en los alimentos son términos que están estrechamente ligados, ya que un alimento es apto para el consumo al no estar contaminado con pesticidas, residuos, virus, bacterias o parásitos.  

Por un lado, las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles naturalmente desde animales vertebrados al ser humano; como lo es la rabia. Y las ETAs, son las enfermedades transmitidas por alimentos y hacen referencia a cualquier enfermedad causada por la ingesta de un alimento contaminado que provoca efectos nocivos en la salud del consumidor; son totalmente prevenibles y las buenas prácticas de inocuidad son fundamentales para mantener y fomentar la buena salud; como por ejemplo la triquinosis por chacinados sin control o el Síndrome Urémico Hemolítico por una hamburguesa mal cocida. La Dirección de Seguridad e Higiene Alimentaria destaca que garantizar la inocuidad de los alimentos es una tarea de todos.  

Desde la Dirección de Seguridad e Higiene Alimentaria, se recuerdan las claves de la inocuidad:

1- Higiene en la elaboración de alimentos: Los microorganismos pueden ser transportados, por las manos de los elaboradores, equipos, utensilios y la ropa de trabajo si no se lavan adecuadamente; y por los animales y plagas, si no se evita su presencia. Un leve contacto con los alimentos puede contaminarlos. Por eso se debe lavar y desinfectar todas las superficies y utensilios con agua potable, proteger los alimentos y áreas de cocina, elaboración y depósitos de insectos, plagas y otros animales, higienizarse las manos con agua y jabón antes y durante la preparación de alimentos, y cada vez que sea necesario. 

2- Utilizar agua y materia prima segura: usar agua segura o potabilizarla antes del consumo, lavar bien las frutas y hortalizas antes de consumirlas y seleccionar alimentos seguros, con rotulación. No consumir leche sin pasteurizar o chacinados adquiridos en lugares no habilitados.

3- Cocinar completamente los alimentos: una cocción correcta elimina los microorganismos peligrosos. Si se alcanza en todo el alimento una temperatura de 72ºC, se garantiza su inocuidad y evitar que los alimentos queden crudos en su interior, sobre todo los trozos grandes de carnes, pollos enteros, carnes molidas, pescados y huevos. 

4- Evitar la contaminación cruzada: los alimentos crudos pueden contener microorganismos peligrosos, factibles de transferirse a los alimentos cocidos y a los ya listos para consumir durante su preparación y almacenamiento. Por eso, se deben separar los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir y conservar los alimentos crudos en recipientes cerrados y separados del resto,

5- Mantener los alimentos en temperaturas seguras; ya que algunos microorganismos pueden multiplicarse muy rápidamente en los alimentos si se conservan a temperatura ambiente. A tal fin, se deberá procurar mantener refrigerados los alimentos perecederos, no descongelar los alimentos a temperatura ambiente, no cortar la cadena de frío durante el traslado de los alimentos ni consumir alimentos que no hayan sido adecuadamente conservados/refrigerados.

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