Escuelas de Verano en Magdalena

Magdalena, 23/02/2016. La Escuela de verano tuvo una nueva edición en Magdalena, en la que 200 internos participaron en distintos talleres que sirvieron para los alumnos de diferentes niveles educativos continúen con el ritmo de cursada o incorporen nuevos conocimientos y saberes.

Los talleres se dictaron de manera rotativa en las cuatro unidades que forman parte del complejo, comenzando el 4 de enero y concluyeron el viernes 19 de febrero.

Los talleres propuestos tuvieron diferentes temáticas y cada uno contó con una dinámica propia, contando todos con muy buena respuesta de los alumnos y la mejor predisposición de parte de los docentes.

Las profesoras Romina, Patricia y el profe Daniel llevaron adelante proyectos de cine debate con el objetivo de mejorar la autoestima y la convivencia a través de intercambios de opiniones, experiencias y sentimientos.

De la mano del profesor Fabrizio los alumnos pudieron descubrir múltiples herramientas de expresión mediante el arte manual en el taller de artesanías donde fomentaron la imaginación y la creatividad. Como resultado de este taller los internos pudieron regalar a todos sus familiares trabajos realizados por ellos mismos como pulseras, atrapa sueños y remeras decoradas.

Junto al profesor Hugo redescubrieron en el taller de música una forma de comunicación y de liberación de emociones. Guillermo, uno de los internos participantes, destacó que “La música te traslada y te saca de este dolor y esta depresión”, mientras que su compañero Marcelo contó “Con la música no dejo de sorprenderme por el efecto que produce”.

En el Taller de Radio que dictó la profesora Mónica aprendieron las herramientas básicas de locución, la lectura de noticias, la organización, los roles;  y pudieron comprender como se construyen las noticias y el valor de la propia voz.

En el Taller de Comunicación  la profesora Amalia hizo hincapié en fomentar el espíritu crítico, empezando por ellos mismos, en respetar ideas y descubrir que no existe la verdad absoluta, sino que todos y cada uno de nosotros  somos dueños de una verdad.

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