Scioli inauguró nueva Alcaidía Departamental
Avellaneda, 05/10/11 El gobernador Daniel Scioli inauguró hoy la Alcaidía Departamental Avellaneda, ubicada en la Colectora de la Autopista La Plata Buenos Aires y calle Nicaragua, en la que se podrán albergar 78 detenidos.
Acompañaron la habilitación del nuevo centro de detención primaria el Ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, el Ministro de Desarrollo Social, Baldomero Alvarez de Olivera, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, la Procuradora de la Suprema Corte, María del Carmen Falbo, el Subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales, César Albarracín, el Director Provincial de Alcaidías Departamentales, Leonardo Tundidor, el Director de la Alcaidía inaugurada, Diego Rao, el Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Javier Mendoza, integrantes de la Plana Mayor penitenciaria y policial, entre otras importantes autoridades.
Luego de la bendición de las instalaciones, realizada por el Capellán Mayor Eduardo Lorenzo, Scioli se refirió al cierre de 160 calabozos de seccionales, la creación de 9 mil plazas carcelarias y las 17 escuelas-talleres de formación universitaria que funcionan en las cárceles.
En el marco del programa que contempla la construcción de veinte alcaidías más, Scioli dio la bienvenida también a 200 civiles que se incorporan a la policía para cumplir funciones administrativas en Avellaneda.
“El objetivo central es cerrar los calabozos en las comisarías, ya los hemos cerrado en 160 y 2 mil detenidos han sido trasladados a distintas unidades”, recordó, a la vez que señaló que actualmente la provincia de Buenos Aires “tiene los niveles más bajos de detenidos en las comisarías” en años.
Esta iniciativa forma parte de un programa tendiente a terminar con las detenciones en calabozos de comisarías, lo que permitió que nueve mil nuevos efectivos se dediquen a tareas de prevención en las calles.
Características de las Alcaidías Departamentales
La Alcaidía Departamental asegura el control y monitoreo por parte la Justicia e impone un sistema de gestión que se orienta a la plena satisfacción de los estándares internacionales en materia de humanización de las condiciones de encierro.
Al mismo tiempo, posibilita que el personal policial, que actualmente se encuentra destinado al cuidado de personas privadas de su libertad en dependencias policiales, pueda dedicarse a sus tareas específicas de prevención de delitos. Los detenidos son supervisados por el Fiscal y el Defensor
Desde lo organizacional, la conducción de la Dirección de la Alcaidía está a cargo de un profesional de la Abogacía dependiente del Ministerio de Justicia, con lo que no sólo se avanza sobre la desmilitarización de las estructuras penitenciarias, sino que además se aseguran estándares de calidad superadores sobre todo teniendo en consideración que la selección se hace por concurso y concediendo especial relevancia a los antecedentes de formación de Derechos Humanos, Garantías Constitucionales, Derecho Penal y Procesal Penal, Derecho de Ejecución Penal y solución alternativas de conflictos.
La Dirección civil se complementa con áreas operativas dependientes de personal penitenciario, fundamentalmente en lo que atañe a la cuestión asegurativa y de clasificación, previéndose ya desde el primer momento un trabajo exhaustivo de definición de perfiles criminológicos, que permita luego la correcta inserción del sujeto en las unidades carcelarias y la disposición inmediata de medidas de asistencia médica, psicológica y social destinadas a dar base al posterior tratamiento socializador que debe ofrecerse a todo encarcelado con prescindencia de su situación procesal. Funcionará, además, un área médica encargada de la revisación inicial de ingreso y de los seguimientos y tratamientos que cada uno requiera.
Por otra parte, en la Alcaidía funciona una dependencia del Ministerio Público Fiscal y una del Ministerio Público de la Defensa. De esta manera, no sólo se asegura un control y monitoreo externo permanente en lo que respecta a condiciones dignas de detención, sino que además se traduce en la potenciación de tres postulados esenciales del proceso penal moderno: la judicialización de las actuaciones prevencionales, la inmediación y la celeridad de los trámites.
Desde el momento mismo de la aprehensión o detención, el sujeto será conducido a la Alcaidía Departamental, lugar en la que, bajo la dirección del Fiscal, se labrarán las correspondientes actuaciones preliminares, pudiendo incluso en el mismo ámbito procederse no sólo a la identificación del detenido y el inmediato pedido de informes de antecedentes con medios tecnológicos de avanzada, sino que incluso se podrán celebrar en el mismo ámbito diligencias esenciales para la primer fase del proceso como pueden ser los reconocimientos en rueda de personas o testimoniales reservadas mediante el uso de Cámara Gesell.
Desde el punto de vista organizacional y de infraestructura, configura un salto cualitativo en materia de condiciones de detención en la Provincia de Buenos Aires y abre perspectivas promisorias en materia de ejecución de la pena y en la materialización del objetivo connatural de todo sistema penitenciario: brindar a todos los detenidos, en especial a aquellos que exhiban mayores índices de vulnerabilidad frente a la selección criminalizante, más y mejores herramientas para su futura inserción social.
La decisión de implementar estos nuevos ámbitos de alojamiento para ciudadanos que se encuentran detenidos a disposición del Poder Judicial de la Provincia, tiende a posibilitar que toda persona aprehendida o detenida en la Provincia, sea alojada de inmediato en Alcaidías dependientes del Ministerio de Justicia, hasta tanto su situación procesal permita su derivación a alguna Unidad Carcelaria.