Internos de Olmos ya procesaron 660 toneladas de basura electrónica

Olmos, 21/05/15. En la Unidad 1 más de 40 privados de libertad reciclan computadoras en desuso. Separan los componentes: metales (cobre, aluminio y chatarra), plásticos, vidrios y plaquetas. Y las  sustancias peligrosas reciben un tratamiento diferenciado. Una destacada actividad de cuidado del medio ambiente.

Bajo el programa denominado Disposición de Tecnología en Desuso (DTD), privados de libertad alojados en la cárcel de Olmos procesaron en lo que va del año 2700 kilos de plástico, 12000 kilos de chatarra ferrosa y 3000 kilos de placas o componentes electrónicos, y desde que comenzó la experiencia en 2009 superaron las 660 toneladas de esos materiales.

Más de 40 internos, algunos de ellos alumnos de la extensión de la Escuela Técnica Albert Thomas, trabajan todos los días en una experiencia ecológica singular: reciben computadoras (monitores, CPU, teclados, componentes periféricos e impresoras) de distintos organismos públicos o empresas, y si no se pueden reparar, las desarman y acopian metales (cobre y aluminio), plástico, plaquetas, vidrio, y chatarra ferrosa, para luego comercializar esos  elementos por separado, en un gran aporte al medio ambiente.

El programa cuenta con la supervisión del ministerio de Justicia que conduce el ministro Ricardo Casal, e instrumentado a través del Servicio Penitenciario bonaerense. 

Claudio Fittipaldi, es el técnico responsable del programa, y explicó que “el residuo peligroso es procesado y enviado a ‘disposición final’, como la norma lo indica,  y así se evita que se arroje en rellenos sanitarios”.

El funcionario destacó que “desde que arrancó el Programa DTD pasaron por este taller cerca de 300 internos, los que recibieron la capacitación técnica laboral para aplicarla en esta actividad”.

Para contar con las computadoras para reciclar o desguazar, el programa realiza campañas en conjunto con municipios, ministerios, organismos del poder Judicial o empresas. “Por lo general, los vecinos llevan el material informático en desuso a la plaza central de la ciudad un día determinado y nosotros lo vamos a buscar en un camión y las traemos a la cárcel, en un servicio totalmente público y gratuito”, señaló Fittipaldi.

Esta actividad se inició en el año 2009 en la Unidad 1 de Lisandro Olmos y cuenta con la habilitación del OPDS (Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible). El Programa DTD fue creado por el ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires mediante la Resolución N° 332  que consiste en la recolección de manera ordenada de aparatos o equipos electrónicos (RAEE´s) de consumo que están dañados o ya no son utilizados por las personas.

Para mitigar el daño que produce esta basura al medio ambiente se generó una iniciativa que tiene por objeto resolver la problemática relacionada con el equipamiento informático existente, cumplido su ciclo de uso.

El programa DTD depende de la Oficina de Gestión y Control de Nuevas Tecnologías del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Ricardo Bracamonte, y de la Subdirección General de Trabajo Penitenciario.

Una experiencia que da empleo a más de 40 internos
Ricardo
, de 42 años, oriundo de Ezeiza, es uno de los privados de libertad que participa del proyecto laboral. “Estoy en segundo año de la tecnicatura de electromecánica y me interesé en esta actividad de reciclaje porque entiendo lo importante que es cuidar el medio ambiente, y además para aprender cosas nuevas”, indicó el detenido.

La iniciativa da empleo a más de 40 internos del sistema penitenciario, que pueden mediante esa ocupación ganar ingresos útiles para ellos y sus familias y adquirir capacidades que le facilitarán su futura reinserción en la sociedad. El programa permite también solventar toda la operación con el producido de las ventas de los materiales que resulten del desguace del equipamiento.

Funciona en los Talleres de la Unidad 1 donde los residuos eléctricos y electrónicos, o chatarra electrónica que ingresan a esa Planta reciben un tratamiento diferenciado, porque contienen sustancias peligrosas para la salud y el ambiente.

En el proceso industrial se generan residuos peligrosos que quedan como vestigios luego del desarme, como son las baterías, pilas botón, cartuchos y tonners. “Mediante la utilización de elementos de seguridad personal son manipulados, separados, clasificados y ordenados en contenedores ubicados en un sector destinado a la disposición transitoria, conforme lo establecido mediante protocolos y certificados de aptitud ambiental, enviándolos a su disposición final”, explicó Fittipaldi.

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