El “Albert Thomas” cumplió 10 años dentro de la Unidad 1 de Olmos

La Plata, 19/06/17. Hace una década, la experiencia fue pionera en América Latina. Y esta semana, con una matrícula de 385 internos, la Escuela Industrial “Albert Thomas”, celebró su décimo aniversario dentro de una cárcel. La emotiva ceremonia se realizó dentro de la sección Talleres de la Unidad 1 de Lisandro Olmos, donde funciona la “sucursal” del colegio platense.

 

Directivos escolares, docentes, internos y autoridades penitenciarias se reunieron en el primer piso del lugar que, a diario, recibe a los presos que cursan las tecnicaturas de Maestro Mayor de Obra, Electrónica y Electromecánica. Desde el funcionamiento del colegio industrial, en contexto de encierro, 125 penados obtuvieron su título.

El director de Industrial, Sergio Figuereido, se mostró conmovido con la celebración y expresó: “Lo que hacemos por nuestro presente incidirá en nuestro futuro. Fui profesor fundador de esta extensión y empecé dando clases de Electrónica. La experiencia me ha demostrado que cualquiera de los egresados tiene la posibilidad de insertarse laboralmente. De hecho, uno de ellos, ya en libertad, se encuentra trabajando como jefe de Mantenimiento en un reconocido hipermercado del conurbano bonaerense”.

La sede de la prestigiosa institución que funciona en calle 1 alberga a los penados que desean culminar sus estudios. Ellos eligen cuál de las especialidades quieren cursar y lo hacen en dos turnos, matutino o vespertino. “El plan de estudios y la exigencia es igual en la cárcel que en la escuela. Contamos con cincuenta profesores que ponen a disposición de los internos sus conocimientos, durante los cuatro años que duran las tecnicaturas”, contó María de los Ángeles Recofsky, coordinadora de la extensión de Olmos.

Simón tuvo un cambio de régimen y pasó a cumplir la pena en una de las unidades vecinas. Desde allí, cada tarde, acude a los talleres de la dependencia penitenciaria N° 1 para poder culminar sus estudios. “Soy de Adrogué y por mi trabajo como cerrajero tuve que abandonar la escuela. Hoy, acá, tengo la posibilidad de aprender el oficio de Maestro Mayor de Obra y, como tengo el beneficio de salidas laborales, puedo aplicar allí mi conocimiento”, relató el recluso.

Luego del acto protocolar, los presentes recorrieron los diversos stands de creaciones realizadas con material de descarte. Entre las producciones, se pudo observar un sistema ecológico de calefacción, bloques de hormigón, relojes. Por otro lado, como modo de agradecimiento, la Dirección de Trabajo Penitenciario, donó a la E.E.T. N° 6, dos computadoras armadas con desechos electrónicos.

T: MTD
F: LO








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