La Unidad 2 cumplió 130 años

Sierra Chica, 05/03/12 Un 4 de marzo, hace 130 años, comenzó a funcionar la mítica Unidad Penitenciaria Nº 2 de Sierra Chica, cárcel emblema del Servicio Penitenciario Bonaerense por la peligrosidad de los detenidos que allí se alojaron y también por el cruento motín del año 1996.



En la actualidad, con un cupo establecido por el Juzgado de Ejecución Penal del Departamento Judicial de Azul de 1.450 y una capacidad real de 1.550 internos, el objetivo es generar recursos que posibiliten la incorporación de los privados de la libertad en la sociedad mediante la educación y la capacitación laboral.

La historia cuenta que para principios del siglo XX se habían construido seis pabellones, la Sección Talleres y Enfermería. Mientras que para 1939 se terminó con la totalidad de los 11 pabellones. En 1970 se incluyó el pabellón Nº 12 destinado a disciplina. El campo de deportes tiene una cancha de fútbol, una de básquetbol, una de bochas y una de tenis. La última refacción se realizó en el 2003 con la construcción de dos módulos formados por cuatro pabellones con capacidad para 60 internos cada uno.

Este trabajo progresivo de generar posibilidades de cambio e inserción se debe al trabajo conjunto del personal, que busca una capacitación permanente, el acompañamiento permanente del Poder Judicial, las fuerzas de seguridad y  las autoridades educativas, que procuran un desarrollo intelectual a sus alumnos privados de la libertad.

Esta institución, conducida por agentes  penitenciarios, apunta a proveer seguridad a toda la población carcelaria, a aquellos hombres que por diferentes circunstancias se encuentran privados de la libertad y hacer realidad el mandato constitucional que señala que las cárceles deben ser sanas, limpias, para seguridad y no para castigo de las personas que allí se encuentran en ellas alojadas.

El trabajo es una herramienta del tratamiento penitenciario que busca generar un cambio de hábitos en los detenidos. Por medio de la Sección talleres pueden optar por la capacitación en, tapicería, granja, carpintería, horno de ladrillo y en el sector de canteras que tiene a su cargo la fábrica bloquera, herrería y cantera.

Las posibilidades laborales extramuros continúan en el sector de la quinta chica, quinta grande, micro granja y horno de ladrillo.

Mientras que el trabajo intramuros está orientado al desempeño de tareas como albañilería, cocina, maestranza, planta purificadora, peluquería y sastrería.

“Es a través de la implementación de los programas de asistencia y tratamiento que se asegura el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, atención psicológica y psiquiátrica. Desde esta dirección también se acompaña y apoya el trabajo de la Escuela Primaria para Adultos 701, la Escuela de Educación Media Nº 5, el Instituto de Formación Técnica Nº 130 y el Centro de Formación Profesional Nº 402, en este ultimo aprenden oficios como albañilería, tapicería, carpintería, instalación, eléctrica y operador de PC.  Los docentes trabajan para brindarles a los internos el acceso a nuevos conocimientos y el aprendizaje de oficios; ya que son herramientas de suma utilidad al momento de reinsertarse en sociedad”, explicó el director de la Unidad Nº 2, Francisco Gauna.

Sin perder de vista que la inclusión social debe darse de la mano de estructuras edilicias adecuadas es que en el transcurso de su gestión se han finalizado las obras de refacción del pabellón N° 1, 2, 6 y 3, la ampliación del locutorio de visita para internos y también se hicieron mejoras en otras dependencias como el resto de los pabellones, oficina de vigilancia, sanidad y sector administrativo con pintura de obra.  Estas obras han permitido aumentar su  capacidad de alojamiento que oscila entre los 1.300 y los 1.400 detenidos.

Todos los pabellones y celdas están provistos de un sistema de calefacción central y una red hidrante para la lucha contra incendios.

Cada pabellón cuenta con un patio de recreos individual. Poseen un corredor central que consta de una vía que se usa para la circulación de las llamadas “zorras” (carritos de transporte) con los que se distribuyen los alimentos. En el fondo se ubican las duchas y un portón de emergencia protegido con rejas. Las celdas tienen dos canillas, luz eléctrica, una ventana en la parte superior para aireación y provisión de luz natural, un inodoro con lavatorio y dos camas.

La Jefatura de la Unidad N° 2 valora y destaca el trabajo de los agentes penitenciarios y a sus familias que acompañan diariamente en esta tarea por medio de la contención y acompañamiento.

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