Pascua de Resurrección en la capilla Nuestra Señora del Carmen de la Unidad 2

Sierra Chica, 06/04/15 Con la bendición de ramos, la entrada solemne y misa en el atrio,  comenzaron el sábado pasado los preparativos por la Pascua de Resurrección para los creyentes católicos detenidos en la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Sierra Chica en la capilla Nuestra Señora del Carmen.


Los privados de la libertad que participaron de la ceremonia del sábado, llevaron olivos bendecidos para sus familias. Mientras que el miércoles por la tarde el padre Peter Oliver atendió las confesiones de los internos que lo solicitaron. Para el encuentro del Jueves Santo a las 16 hs. los internos oyeron los cantos solemnes de víspera al estilo monástico, interpretados por los internos "Orantes de San José" bajo el lema "Lo nuestro es orar". Este es el día de la institución de la eucaristía y el sacerdocio ministerial durante la última cena.

El Sábado Santo a las 16 hs. se realizó el Vía Crucis en la capilla Nuestra Señora del Carmen, mientras que para el sábado 11 de abril, se realizará la solemne Misa de Resurrección.  Los internos que participen de la celebración podrán llevar a sus celdas y entregar a quienes los visita el Ramo bendecido.
 
También podrá hacerlo el personal penitenciario que se encuentre de guardia.
Con motivo de estas fechas espirituales, el padre Peter Oliver, capellán de la cárcel de máxima seguridad, reflexionó que "la Semana Santa para los cristianos es a la vez de dolor y de triunfo. Por eso desde nuestra fe podemos exclamar ¡Gracias Señor porque me amaste y te entregaste a la muerte de cruz  por mí.! Pero gracias además, porque resucitaste al tercer día y también lo hiciste por mí. En los establecimientos carcelarios se dan las dos realidades enunciadas: la del dolor, sufrimiento, tiniebla pero además hay numerosos signos de resurrección, de triunfo y de luz; estos últimos desconocidos por 
mucho a causa de que solo suele difundirse la parte penosa y parcial del mundo carcelario. Que esta Semana Santa cada creyente y todo hombre de buena voluntad ponga una renovada conciencia de que la dignidad de los seres humanos es idéntica en toda persona ya que por todos y cada uno sin excepción Cristo se entregó, por amor, a la muerte de cruz y resucitó para salvarnos y darnos su paz".

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