Internos juegan por primera vez un partido de rugby alentados por sus familiares
Sierra Chica, 02/08/19.- En el marco de las actividades destinadas a mejorar la calidad de vida de aquellas personas que se encuentran privadas de la libertad, el rugby es una de las herramientas de las que dispone el Servicio Penitenciario Bonaerense para lograrlo. En la Unidad 2 de Sierra Chica, esta disciplina es parte de la vida de 40 internos lo que significa para ellos posibilidades de crecimiento en el deporte e incorporación de valores.
Días atrás los internos participaron de un partido que sin lugar a dudas concretó un sueño de todos ellos: que sus familiares pudieran verlos jugar. Los deportistas compartieron este juego que los apasiona y desarrolla en ellos disciplina, autocontrol, tolerancia a la frustración, confianza en sí mismos y en el compañero, comunicación eficaz y estabilidad emocional.
Por primera vez, en la hinchada cerca de cuarenta familiares festejaron los tantos del equipo en el campo de juego. Apoyando esta iniciativa, en el evento estuvieron presentes el Director de la Unidad 2, Mauricio Castro, el Jefe de Asistencia y Tratamiento, Marcos Bahl, el Subjefe de Asistencia, Facundo Martínez y el Subjefe de Tratamiento, Carlos Nagel. La actividad estuvo a cargo del profesor de Educación Física y entrenador del equipo “Catriel Rugby Club”, Santiago Casey, junto a Alejandra De Lazzer y Verónica San Martín profesionales que integran el Equipo de Abordaje Psicosocial de la Unidad 2 perteneciente al Programa Provincial de Prevención de Violencia en Cárceles, dependiente del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
“Pensar al sujeto exclusivamente desde el aislamiento seria continuar potenciando las lógicas que menoscaban la inserción social, es ahí donde debemos legitimar tratamientos posibles dentro de la institución carcelaria que continúen y emerjan nuevos modos de instaurar y complementar la vida fuera de ella”, fundamentaron desde el equipo de abordaje psicosocial.
El evento comenzó con una presentación de la actividad y un desayuno en equipo y en familia en el SUM de vistas de la cárcel. También compartieron actividades lúdicas, artísticas, sorteos y una merienda hasta que, a las 11 de la mañana, los jugadores realizaron la concentración previa al partido en las instalaciones del CENS Nº451. Las familias se ubicaron al costado de la cancha y emocionados alentaron a los equipos. Durante el tercer tempo compartieron una kermese con las familias.
“Es un evento para afianzar vínculos entre las familias y los internos a partir del programa de rugby que se desarrolla en la cárcel. Hoy la familia también puede ver el progreso que tuvieron. Para nosotros, como parte de la Jefatura de Asistencia y Tratamiento, este deporte ayuda al cambio de hábitos de las personas. Estar en el equipo de rugby no es solo venir y jugar, es una situación de compromiso y de trabajo, de tener una buena conducta, autocontrol y gestión sobre ellos”, explicó Facundo Martínez.
GP/MG
