Lo producido en los talleres de la U.3 será incluído en la comunidad de San Nicolás

San Nicolás, 27/11/14 A partir de un acuerdo suscrito por las autoridades de la Municipalidad de San Nicolás, de Cáritas diocesana y de la Unidad Penal Nº3, buscan promover la inserción en la comunidad de productos fabricados por personas privadas de la libertad.


La fabricación de pañales descartables, de ostias y -desde hace algún tiempo- también de bolsas degradables es el objeto de talleres que desarrolla Cáritas (a través de su Pastoral Carcelaria) en el interior de los muros de la Unidad Penal Nº3 de San Nicolás. A través de un convenio suscrito, ahora buscarán la inserción de esos productos -sobre todo de las bolsas, ya que pañales y ostias ya tienen sus circuitos de distribución- en la comunidad.

El convenio fue refrendado con las firmas del intendente municipal Ismael Passaglia; del Obispo de la Diócesis de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli; y el director de la UP3, Ramón Martínez. Las autoridades hicieron una recorrida por los diversos talleres que funcionan en la intitución carcelaria, hasta llegar al patio en que están enclavados los dos trailers de Cáritas: talleres móviles en que se fabrican los pañales y las bolsas. Otro participante de la recorrida fue el capellán Damián Vidano, impulsor de los proyectos.

“Es una iniciativa en la que venimos trabajando desde hace tiempo con Cáritas, para promover la posibilidad de que el interno tenga, en su trabajo, una proyección hacia la comunidad”, comentó Martínez.

Por su parte, Passaglia se refirió al convenio sucrito, por el cual -según explicó- “la Municipalidad compra la materia prima, y los internos de la Unidad Penal hacen la elaboración de las bolsas y de los pañales”. Y completó: “Después esas bolsas y pañales son dstribuidos de forma gratuita por la Municipalidad, con asesoramiento de Cáritas y del Padre Damián”.

Passaglia llegó a la UP3 encabezando una comitiva en la que también estuvieron el secretario de Economía y Hacienda, Miguel Ángel Battaggia; el secretario privado, Manuel Passaglia; y el juez de Faltas, Martín Brignoli.

A su vez, el Obispo de la Diócesis de San Nicolás expresó: “Desde el año '76 yo visito los penales: primero, como capellán en Rosario; y ahora, siendo miembro de la comisión episcopal de la Pastoral Penitenciaria. He recorrido las cárceles desde Jujuy hasta Ushuaia. Y debo decir, con una profunda alegría, que estos emprendimientos que estamos viendo hoy son novedosos. Ésta es una dignificación de la tarea que el servicio penitenciario ofrece a estos hermanos que pasan por estas situaciones. Y es muy bueno que la Iglesia esté presente con una Cáritas que rebalsa lo asistencial para dedicarse también a la promoción. Estos muchachos, que están en la plenitud de la vida, necesitan capacitarse y salir y tener la posibilidad de trabajar y de crecer como personas”.

Por último, el capellán Vidano expresó. “estos proyectos nacen de una necesidad de no seguir construyendo muros, para más vale crear puentes”.

También subrayó la necesidad de “crear espacios de oportunidades: espacios de dignificación donde los chicos puedan trabajar, donde desarrollen potencialidades y donde se los incentive a creer en sí mismos”. También subrayó que el objetivo es “el bien de los demás”; en tal sentido, advirtió que “esto no es un comercio ni una actividad remunerada ni rentable, sino que lo rentable es que los pañales van a llegar a los abuelos y a los chicos que no tienen recursos”.

Fuente: Diario El Norte.

Información adicional