La notable historia de Daniel Escobar, de la cárcel a la Universidad

Bahía Blanca, 09/11/12 Se trata de Daniel Escobar, un interno que cumple una condena por delitos de la propiedad en el penal de Bahía Blanca. Por reincidir al hurto, su historial lo encuentra once años detenido en distintas localidades de la Provincia, y en 2010 rechazó la libertad que le confirió un error de la Justicia. Le restan nueve materias para recibirse de abogado.

 

 

 

El interno Escobar, de 39 años, cumple su condena desde hace siete en la Unidad 4 de Bahía Blanca. Próximamente se recibirá de abogado Tiene sus raíces en Vicente López, pero actualmente está lejos de sus tres hijos de entre 10 y 15 años porque lucha en la cárcel por saldar sus errores del pasado y comenzar una nueva vida cautivado por la formación y el estudio. 

En 2007, ingresó a la UNS para estudiar Derecho, y se convirtió en el “ejemplo” de más de dos mil estudiantes que representa,  tras ser elegido consejero departamental por el claustro alumnos.

Escobar es suelto, ocurrente  y dispuesto, desde la Unidad bahiense rememoró su historia y reveló sus deseos, próximo a recuperar su libertad en marzo de 2013.

 

¿Cuál fue el disparador que te empujó a comenzar una carrera de grado dentro de la cárcel?

El cambio de mi vida comenzó en 2006, cuando por problemas de conducta y como forma de  “castigo” me trasladaron lejos de Buenos Aires, a la Unidad 4 de Bahía Blanca. Soy reincidente, tengo varias causas por delitos por la propiedad. Estoy a cargo del juzgado de ejecución de Morón, en una causa unificada con Capital y Provincia, y en 2006 mis ideas y pensamientos cambiaron.

En noviembre de ese año, formamos un centro universitario en la Unidad,  porque ya tenía conocimiento acerca del tema por mis detenciones anteriores, y con colaboración de varios internos, iniciamos la creación del centro. Por eso en 2007 (un año después de ingresar al penal bahiense) decidí comenzar la carrera de Derecho en la UNS, y a partir de allí cambié mi forma de pensar, no pienso como un delincuente, algo pasó en mi cabeza que me hizo tener contacto con un nuevo mundo intelectual, me sentí útil, efectivo.

El estudio me cambió la vida, y hoy elijo eso, sino venís a la cárcel y te rodeas de personas que delinquían, y seguís el mismo camino hacia lo peor, porque salís y te vinculas de nuevo con gente que hace las cosas mal. Hoy elijo estar en un mundo diferente.

 

Tenés tres hijos de 15, 12 y 10 años que viven en la localidad de Pilar, lejos de tu realidad ¿Cómo es tu relación con ellos?

Voy a visitarlos cuando puedo, ahora más seguido, porque me otorgaron un régimen de salidas discontinuas de lunes a sábados, donde puedo realizar mis actividades. Lo primordial es inculcarles valores, que antes no podía. ¿Cómo voy a poder inspirarles valores si no trabajaba y me dedicaba a robar?

Estuve tres años sin verlos, en las detenciones anteriores iban a visitarme a las cárceles  de los distintos distritos donde me encontraba detenido, y ahora les mando notas que me hacen algunos medios de comunicación, para que se enteren de lo que digo y hago acá adentro.

A veces no me da la cara (silencios). Mi mensaje es demostrarles que se puede, que yo pude, que me voy a “portar bien” y voy a seguir adelante. Aunque parezca  un discurso formalizado , por que sé que algunos lo ven y sienten así, ya no robo, no me cuesta no robar, no lo siento, porque tengo cubierto vacíos que antes no me daba cuenta que estaban vacíos y uno intenta taparlos con plata, y tratar de tapar cosas con plata, implica robar.

Tengo muchas ganas de traerme a mis hijos acá, porque aquí se vive el mundo de la Universidad, está constantemente en el medio.  Me pasa algo que antes no me sucedía, ahora puedo planificar (risas), eso en mi vida anterior no existía, y lo estoy viendo a mis 39 años.

 

En marzo del próximo año la Justicia te otorga la libertad ¿Especulaste  con el mundo exterior y con la reinserción social?

Pienso que es más difícil superar la autodiscriminación, que la de los demás hacia mí.  La propia discriminación  y para con el otro , hace que me cierre puertas solo, me genera más miedo que la que puede tener la sociedad conmigo, porque yo ya demostré  que puedo hacer las cosas bien, que si bien tengo un pasado oscuro, ahora cambié, soy otra persona, soy visible en la Universidad.

Yo no vivo el mundo de la cárcel. Desde 2009 y junto a otros internos, estoy en un régimen abierto que no tienen rejas, así que puedo afirmar que hace mucho tiempo que me dieron “libertad”, y eso me lo gané yo mismo, demostrando que pude cambiar y llevándome lo más preciado y reconfortable que es sentir que la gente te conoce por lo que verdaderamente sos.

 

Estuviste detenido en Unidades Penitenciarias de varias localidades de la Provincia ¿Cómo ves el Sistema Carcelario?

No cumple con el fin de la pena. Es muy difícil lograr que el interno que sale en libertad no reincida, las estadísticas lo muestran. Pero también hay responsabilidad de interno, que en gran parte, no utiliza las herramientas que brinda el sistema, porque esas herramientas existen, y no son únicamente para obtener la libertad, ni ganar ciertos beneficios dentro de la cárcel. Los recursos tienen que utilizarse para un verdadero y real egreso, para no reincidir.

 

¿Cuáles son las herramientas que otorgarías a los internos si te tocara estar “del otro lado”? ¿Cómo crees que  lograrías la disciplina dentro de la cárcel?

Con el trabajo y la educación, son los requisitos fundamentales para obtener los beneficios personales. Empecé a estudiar para seguir obteniendo herramientas que me sirvan afuera, porque  acá no estamos acostumbrados a la disciplina.

Desde la cárcel tiene que existir una red de socialización basada en el estudio y en el trabajo real y adulto, para aprender cosas, y ser mejor y no para ganar un beneficio.

 

En 2006 eras trasladado a Bahía Blanca por “mala conducta”, y hoy sos integrante del Consejo Departamental de Derecho de la UNS. Un gran cambio en tu vida…

Si, realmente no podía creer donde estaba, porque en este ámbito se toman decisiones muy importantes respecto a la Universidad, soy representante de casi dos mil alumnos, hay una gran seriedad en el trabajo, siento que me superé.  Represento las necesidades de los alumnos, y eso me hace feliz.

 

Tu pasado te encuentra con un total de once años detenido. Tu presente, próximo a recuperar tu libertad y a conseguir el título de abogado ¿Cuál es tu mayor deseo?

Tener paz en mi corazón. No es fácil cambiar de vida de un día para el otro, uno tiene conflictos internos que lo traban permanentemente, pero quiero y elijo esta vida, quiero seguir así.

 

Entrevista extraída de BA Noticias

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