U. 4: Presos producen hongos

Bahía Blanca, 20/04/11 Los internos de la Unidad 4 Bahía Blanca se encuentran desarrollando un emprendimiento laboral innovador: la producción de hongos  Girgolas, especie comestible, estrechamente emparentada con la seta de cardo, que se consume ampliamente por su sabor y la facilidad de su identificación.

 

 

Para poder llevar a cabo este emprendimiento, los internos participaron a lo largo del año pasado de una capacitación dictada por profesionales del Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS), instituto del Conicet y de la Universidad Nacional del Sur, gracias al convenio firmado entre la Municipalidad de Bahía Blanca, la Universidad y el establecimiento penitenciario.

 

Según se informó, consistió en una capacitación industrial donde se abordaron los temas relacionados al cultivo de hongos, como es la producción y la post cosecha. Se enseñó el seguimiento del hongo, a partir de la creación de un modelo de producción,  que implicó la creación de un invernadero en las instalaciones de la Unidad, con equipos especializados que generen las condiciones adecuadas, como lo son la óptima humedad, temperatura y ventilación.

 

Quienes estuvieron a cargo del aprendizaje del manejo de este alimento fueron Ramiro González Matute, Doctor en Agronomía que pertenece actualmente al Cerzos, y Ricardo Devallis que es Técnico Principal también del CONICET.

 

“La siembra de hongos es muy rentable, lógicamente hay que tener un tamaño de producción muy alto, igualmente se puede empezar como un hobby, como un emprendimiento familiar, y una vez que se tiene la experiencia suficiente se puede pensar en cosas más importantes. Igual se necesita un espacio acorde a la circunstancia, más o menos unos 100 metros cuadrados de superficie para tener una producción rentable” afirmó Matute.

 

Además, en el mes de diciembre se sumó a este proyecto la siembra del hongo medicinal, más precisamente la del Ganoderma, se considera que éste tiene una alta eficacia curativa en problemas del organismo como lo es en el cáncer de próstata, la acidez gástrica, en enfermedades renales, en la migrañas, insomnio, entre otros.

 

“Diez internos terminamos el curso”, afirmó Omar. “A veces los internos cuando salen lo hacen con muchos certificados de cursos pero sin trabajos, en cambio con este proyecto uno sale como profesor, y como microemprendedor, mi idea a futuro es armar algo con mi familia y a medida que salen en libertad las personas que tengan este curso, poder darles una mano hasta que puedan poner su propia PyME”, agregó el detenido que se encuentra más abocado al proyecto.

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