Voluntarios de la UNS potencian la carrera de Derecho en la U.4

Bahía Blanca, 23/08/16. En el marco de un programa nacional, alumnos, graduados y docentes de la carrera de Derecho de la Universidad Nacional del Sur, convencidos de la importancia de transferir a otros los conocimientos que la educación pública les brindó, forman parte de un grupo de voluntarios que ayudan y dictan clases de apoyo a casi 50 internos que cursan la carrera de abogacía en la Unidad 4 de Villa Floresta.

 

“Conocía las actividades que había en la unidad; estaba cursando cuarto año de la carrera y tenía un compañero, `El Chino´, que iba a la universidad a rendir con nosotros. Después me enteré que era un interno de la Unidad 4 que cumplía un régimen semiabierto en la cárcel y salía para cursar, trabajar y rendir”, explicó Nahuel Tejada (26), uno de los coordinadores del voluntariado, quien se recibió en noviembre de 2015.

“No somos docentes; somos estudiantes ayudando a otros estudiantes, por eso son tutorías o clases de apoyo. La gran mayoría está haciendo materias de primer y segundo año”, dijo Tejada y agregó  que “vamos hasta cuatro días a la semana a la cárcel y hacemos dos tipos de actividades: somos el nexo entre los alumnos externos e internos y vamos por las aulas, promocionamos la actividad y reunimos voluntarios”.

Un ejemplo de los privados de la libertad que estudia se encuentra a solo seis finales para recibirse de abogado y así convertirse posiblemente en el primer graduado que cumple condena en el establecimiento carcelario local.

Cabe destacar que el plan de estudio para los internos es idéntico al de los jóvenes que cursan en el campus de la UNS, y aquellos reos con regímenes abiertos tienen la posibilidad de cursar materias y rendir exámenes en la casa de altos estudios.  A aquellos internos que no pueden ir a cursar ni rendir parciales en la UNS, se les toma exámenes bajo la modalidad libre, primero escritos y después un profesor va a la cárcel para la evaluación oral.

Asimismo entre los colaboradores hay estudiantes avanzados, graduados e incluso recibidos de otras universidades, así como alumnos de diferentes carreras.

Por medio de la educación se busca evitar la “reincidencia” de los presidiarios cuando recuperan la libertad e intentar insertarlos otra vez en el mercado laboral.

Por otra parte, se destacó la colaboración de Ariel Martínez, director de la unidad penal de Villa Floresta, con quien lograron un buen vínculo, sin que se presenten ninguna clase de obstáculos por parte de la institución penitenciaria.

Otro de los coordinadores del voluntariado  es  Lucas Fernández Leyes (25), estudiante de Derecho y cuya motivación para participar del proyecto, fueron las “ganas de estudiar de los chicos” en la Unidad 4.

 "Me enganché porque me gustó mucho cómo era el ambiente (de estudio en la cárcel). Coincido con Nahuel en que los internos que estudian son muy respetuosos y ahí adentro observo más compañerismo que afuera, pero obviamente hay excepciones”, opinó Fernández Leyes.

Esta clase de actividades son un aporte invalorable en el camino de los privados de la libertad hacia a definitiva reinserción social.

Fuente: La Nueva Provincia

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