Internos de Bahía Blanca jugaron su primer partido de rugby fuera de la cárcel

Bahía Blanca, 25/09/18. El equipo conformado por internos de la Unidad 4 de Bahía Blanca sumó una nueva vivencia en el marco del programa que tiene al deporte como herramienta de recuperación social al visitar al Club Argentino.

 

Custodiados por los agentes del Servicio Penitenciario y como parte del proyecto que se impulsa desde la Municipalidad, los privados de libertad vivieron el rugby de otra manera. Lo jugaron sobre césped, con el aliento de los familiares en la tribuna y hasta con la visita del intendente Héctor Gay en el tercer tiempo.

Los Warriors enfrentaron al club anfitrión en un partido en modalidad ten (diez jugadores por equipo), en tres tiempos de 10 minutos. El amistoso, cuyo resultado quedó en segundo plano, fue dirigido por Federico Fioravanti, árbitro de la Unión de Rugby del Sur (URS) y miembro del panel de la Unión Argentina (UAR).

La experiencia resultó muy satisfactoria tanto para los protagonistas, como para los supervisores del programa encabezados por su mentor Bernardo Stortoni (subsecretario de Deportes).

“El partido fue una anécdota, pero los Warriors sorprendieron por su juego. Tuvieron muy buenas destrezas. Tranquilamente podrían jugar en una categoría oficial, desarrollo o pre intermedia. Me sorprendieron para bien”, afirmó Mariano Minnaard, entrenador de Argentino.

Por su parte, quien dirige a los Warriors, Bernardo Stortoni, admitió: “Fue una experiencia única para todos. Fue muy lindo momento. Hace dos años que estamos con este proyecto que busca aplicar el deporte, en este caso el rugby, como herramienta de reinserción social. Ahora somos cuatro entrenadores que trabajamos, con quienes dentro del penal conseguimos tener también la cancha los sábados”.

En el tercer tiempo los Warriors entregaron presentes al club Argentino y a la Municipalidad. A su vez, la dirigencia del club Argentino obsequió una placa recordatoria al plantel visitante, que además recibió de parte de la URS el regalo de dos gorras con su escudo: una para el capitán y otra como premio al jugador de mejor conducta.

“Fue una experiencia extraordinaria ver la emoción de esas personas por estar jugando afuera de la cárcel, sobre el césped. Tuvimos un tercer tiempo fantástico, en el que nos contaron sus vivencias sobre lo que el rugby les estaba cambiando”, agregó Minnaard.

A su turno el capitán de Warriors agradeció al rugby. Dijo que es un deporte al que conoció dentro de la cárcel y que le dio amigos y valores. “También por la presencia de mi familia, fue un momento que guardaré para toda la vida”, concluyó.



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