Apadrinar como sinónimo de solidaridad

Azul, 26/09/22.- Hay acciones que se imponen por su impronta y reconocimiento. Otras lo logran por haber sido el escenario de un momento tan concreto e inaudito que logra torcer el destino de aquellos que menos tienen.

 

Apadrinar es la acción solidaria que reúne todas las características mencionadas anteriormente; y ya son varias las Unidades Penitenciarias que tomaron la responsabilidad de apadrinar una institución.

En la ciudad de Azul, la Unidad 7 apadrina la Escuela Primaria N°64 José Alberto Mordasini y la Unidad 37 de Bárker lo hace con el Hogar de ancianos de su ciudad.

Ambas instituciones saben que una pequeña ayuda alcanza para lograr mucho.

“La educación es algo tan importante que no podemos dejar que sea sólo un asunto de la escuela" compartía el director de la Unidad 7 Gastón Freites, en relación al padrinazgo a la Escuela Primaria N°64 José Alberto Mordasini.

Los agentes penitenciarios, conciben al padrinazgo como una herramienta para el desarrollo comunitario, como una forma de mejorar las condiciones, en éste caso de los más pequeños.

En referencia, la escuela de educación estatal N° 64, cuenta con una matrícula de 150 alumnos, siendo su directora; Daniela Ehegaray y su secretaria Andrea Pacheco; “Compartir y no sólo con recursos materiales, sino compartir el tiempo, que es lo más valioso que tenemos, con aquellos que más lo necesitan es una gran enseñanza para nuestros alumnos, mostrarles que con el trabajo en equipo siempre podemos llegar muy lejos, es muy importante. Muchos de nuestros alumnos pertenecen a barrios vulnerables y con necesidades. El personal de la Unidad 7 siempre está presente en cada acto escolar, en cada acontecimiento de la escuela. Además, este tipo de vínculos permite brindar una oportunidad a las personas privadas de libertad de poder mostrar en la comunidad el trabajo que están haciendo”; compartían. Además, señalaron que los agentes penitenciarios entregaron una merienda especial y regalos a los alumnos para celebrar el pasado día de las infancias, pero que ésta actividad es algo regular.

La visión de las docentes refleja una realidad que atraviesa y moviliza, pero en vez de generar en los penitenciarios sentimientos de indiferencia, los agentes ofrecen su acompañamiento desde los inicios de la escuela, sin imaginarse que la iniciativa iba a ser un puente hacia logros más profundos y transformadores como ser el hecho de apadrinarla.

Asimismo, se destaca que las donaciones que se realizan a las instituciones en su mayoría son confeccionadas y elaboradas gracias a los saberes obtenidos por parte de los privados de la libertad que asisten semanalmente a diferentes cursos de capacitación como por ejemplo; “Reparación y Remodelación de Muebles” y al “Curso de Cocina Saludable y Elaboración de Alfajores Regionales”, algo que se lleva a cabo a través del Programa Más Trabajo Menos Reincidencia, que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

En relación, se destaca que el objetivo de estas actividades es promover la solidaridad, generar un espacio en el que las personas privadas de la libertad puedan tomar conciencia y colaborar con las instituciones.

Asimismo, los agentes del establecimiento carcelario, aseguran que un niño que va a la escuela tiene la puerta abierta hacia una vida mejor y entre todos colaboran para hacerlo posible.

Por otra parte, desde el año 2019 la Unidad 37 se constituyó como padrino del “Hogar de ancianos de la localidad de Bárker” y desde entonces se han realizado diversos aportes para mejorar la calidad de vida de los seis abuelos que allí se hospedan, como por ejemplo los privados de libertad que estudian en el Centro de Formación Profesional N°401 “Padre Osvaldo Catena”,  han confeccionado y donado gran variedad de elementos (recipientes reciclados para el guardado de galletitas, yerba, azúcar,  juegos de mates, delantales para el personal que trabaja en la cocina del Hogar,  pantuflas y plantines de estación con la huerta urbana; etc. ) y en los próximos días recibirán bibliotecas para exhibir las obras literarias que ya habían recibido previamente.

Al igual que la Unidad 7, los privados de libertad se capacitan previamente para luego donar su trabajo; “resaltando que la solidaridad es un valor que unifica y, como en éste caso, se concreta en acciones hacia los que más lo necesitan, el bienestar de los adultos mayores residentes, estamos muy agradecidos y además los abuelos siempre los reciben con mucha alegría y entusiasmo”, compartía Yanina Beringuer, subdirectora del hogar.

Al respecto, el director de la cárcel, Mario Clementi, destacaba la importancia de estas actividades, ya que permiten que los privados de libertad se capaciten, y adquieran un oficio. Además, la totalidad del personal penitenciario tiene como objetivo promover la solidaridad como un valor, generando un espacio en el que las personas privadas de la libertad puedan tomar conciencia y colaborar con problemáticas sociales.

Es por ello, que, con las distintas acciones de padrinazgo, los agentes penitenciarios muestran que es posible construir procesos de humanidad, compromiso y participación colectiva por una mejor calidad de vida para aquellos que más lo necesitan; en éste caso; para los niños y los adultos mayores.

MB







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