Taller de payada en la Unidad 8

Los Hornos, 18/01/18. “Vino el payador y trajo el viento de la calle. Vino el payador y nos enseñó toda su sabiduría. El payador ya se va, y con él los aires de libertad…".

 

Con este verso Claudia despedía Emanuel Gaboto, que tiempo atrás brindó un Taller de Payada para un grupo de 30 internas alojadas en la Unidad 8, cuya dirección está a cargo de Norma Díaz, quien promueve la realización de actividades para que las privadas de libertad se involucren desde lo cultural, lo recreativo y desde lo solidario entre otros aspectos.

En ese contexto Claudia participó del evento con una poesía “para que el payador se lo lleve de recuerdo”.

Emanuel Gaboto, es payador y Licenciado en Comunicación Social, se define en ese orden y desde hace 7 años lleva adelante un proyecto cultural de integración social con proyección artística que es el Taller de Payadores. Recorre municipios, escuelas, jardines de infantes y unidades penales.

Y en esta oportunidad, a través de un proyecto de Antigua Casa Núñez, la famosa fábrica de guitarras y la responsable de Cultura del SPB, Gabriela Ríos surgió la posibilidad de hacer un encuentro por mes en las distintas unidades y hoy por primera vez en una cárcel de mujeres.

“La intención de esta charla- taller es la de brindar las características básicas de empezar a componer de manera escrita e improvisada, el arte de las rimas, de los payadores como también de otras disciplinas artísticas e integrar a los asistentes para cerrar todos juntos, tratando de cantar la improvisación conjunta que hicimos. El hecho de componer no deja de ser un ejercicio mental saludable y una actividad recreativa” explicó Gaboto.

El taller tuvo muy buena repercusión entre las participantes, que acompañaron al payador desde un lugar activo: “Recité sobre lo que le pasa a la mujer en la cárcel cuando nos dejan, cuando los lazos se cortan, pero una tiene que seguir adelante", contó Yeyé.

En tanto que a Marcela le trajo recuerdos, “me hizo volver el tiempo atrás porque mi papá jineteaba. Te podés encontrar con un mundo que por ahí me dejó mi viejo, que ya no está”.

En tanto que a Mónica que junto a sus compañeras tocó una canción que cantaron todas juntas, el taller “le agradó mucho y ojalá puedan volver otra vez” expresó.

El payador Gaboto cerró con satisfacción su primera experiencia en un espacio femenino: “Estuvo muy bueno, las chicas participaron muy bien de las estrofas con las herramientas que les brindé.Cantaron, hicieron sus poemas, recitaron, así que maravillado con todas, por la atención y también de la gente del penal”.

Finalmente, Gaboto con la intención de continuar con los talleres, consideró que “esperamos haber sembrado una pequeña semilla que luego puede llegar a florecer en algo que les haga bien. Uno no deja de hacer incluso hasta catarsis a través de la poesía, de la música y está bueno que en estos espacios se brinden este tipo de herramientas”.

PrensaU8



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