“Carloncho” visitó a internos de la U.15

Batán, 22/02/12 Carlos Barrese, más conocido como “Carloncho”, realizó el viernes pasado una visita a la Unidad Penal Nº 15 de Batán, donde brindó una charla para los internos, en la que contó su experiencia de vida y las dificultades que tuvo que afrontar después de pasar gran parte de su vida entre rejas y cómo se convirtió en un exitoso empresario gastronómico.

 

El encuentro se desarrolló en la capilla del Penal, a donde concurrieron más de 150 detenidos, y contó con la presencia del Director de la Unidad, Julio Cañete, quien ofició de anfitrión para darle la bienvenida a quien nombró como “un ejemplo de vida” e invitando a los concurrentes les dijo: “les pido que lo escuchen y que aprendan del él, Carloncho deja una enseñanza de vida con cada una de sus palabras”.

El relato se extendió por más de una hora, en el cual contó desde la cruel infancia entre orfanatos y reformatorios, hasta su paso por la delincuencia y su posterior encarcelamiento, por donde transitó los peores años de su vida, aunque dejando de lado el crudo relato, quiso acercarles un mensaje esperanzador a través de la superación, olvidando el rencor. Luego se dio por finalizada la charla y los internos emocionados irrumpieron en un aplauso prolongado, otros se acercaron a Carloncho para agradecerle por la charla y los consejos que brindó. Al final expresó: “Con la 15 de Batán tengo una afinidad especial, recorrí todas las cárceles con las conferencias, pero siempre quiero volver a Batán, como ahora que estoy de vacaciones y en vez de estar en la playa vengo a encontrarme con los presos, acá con ustedes me siento feliz”.

Barrese nació un 25 de julio del año 1939, en el barrio de Flores, de la Capital Federal. Pasó los primeros 30 años de su vida encerrado en Institutos de menores y cárceles, pero pudo superarse y después de vivir en Estados Unidos, donde aprendió el oficio de pizzero, volvió a La Plata y se convirtió en un exitoso empresario del ramo. Esa experiencia se plasmó en dos libros: “Corazón de Hierro”, con el que ayudó a ex detenidos a través de su venta, y el segundo el cual no está a la venta, sino que es repartido en su totalidad entre la población carcelaria de la Provincia, “como una enseñanza de vida”, según señala su autor.

Las visitas de Carloncho son parte de una iniciativa propia de poder transmitirles a los presos su experiencia, para demostrarles que pueden transformar su futuro. Estos encuentros son organizados el Ministerio de Justicia y Seguridad, a través del Servicio Penitenciario Bonaerense y del Departamento Cultura, de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento, y constituyen una experiencia positiva para los detenidos.

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