Mesas, camas, sillas y placares elaborados en la cárcel de Saavedra en beneficio de familias afectadas por la inundación

Bahía Blanca, 20/05/25.- En el transcurso de la última semana personal de la Unidad 19 de Saavedra entregó mobiliario fabricado en ese establecimiento penitenciario a entidades de las localidades de Bahía Blanca y General Cerri destinadas a familias afectadas por el temporal del pasado 7 de marzo.

 

La experiencia a través de la cual se fabricaron camas, mesas, sillas y placares contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, que encabeza Juan Martín Mena, y del gobernador Axel Kicillof.

La confección de los muebles, que tendrán como beneficiarios a 30 familias, se desarrolló a través de la articulación con la Unidad 4 de Bahía Blanca que aportó pallets, y numerosos actores sociales que aportaron materiales como cola vinílica y tornillos.

A partir del aporte solidario de mano de obra por parte de siete personas privadas de su libertad se fabricaron, dentro del taller de carpintería que funciona en la unidad 19, un total de 30 sillas,15 camas de una plaza, 15 mesas y 13 placares en distintos formatos. 

El Club Noroeste de Bahía Blanca y la Sociedad de Fomento de General Cerri, recibieron el mobiliario gracias a la colaboración de la transportista “La Pirú” y un camión perteneciente a Juan Emilio Balbuena

La entrega fue articulada por el jefe del Departamento Regional de Cultura Laboral, Luciano Caleghi quien contó con el acompañamiento del subdirector de Asistencia y Tratamiento de la Unidad 19, Javier Ferreyra y el jefe de talleres de ese establecimiento, Juan Baier.

En representación de las entidades encargadas de hacer llegar los muebles a las familias estuvieron la colaboradora de instituciones intermedias, Susana Miguel; el presidente de la Sociedad de Fomento de General Cerri, Hugo Fabiani; el delegado Municipal Noroeste de Bahía Blanca, Fernando Herrera y la presidenta del Club Noroeste, Claudia Larraburu

Este tipo de actividades solidarias, además de beneficiar a los vecinos de la zona, posibilita que las personas privadas de su libertad adquieran el oficio de carpinteros, lo que les otorga nuevas perspectivas a la hora de pensar en su reinserción social. La donación representa no solo un alivio concreto para las familias damnificadas, sino también un paso significativo en la construcción de vínculos de responsabilidad, respeto y dignidad entre quienes transitan la compleja realidad del encierro y la comunidad que los rodea.

Una de las familias beneficiadas expresó con emoción que “recibir estos muebles es un gesto que nos devuelve la esperanza y la fuerza para seguir adelante. Sentimos que no estamos solos, y que la solidaridad puede transformar nuestras vidas, incluso en los momentos más difíciles”.

JR/MG










 

 

 

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