Misa y reconocimiento para voluntarios que asisten a la Unidad 33 desde hace más de 20 años

La Plata, 24/04/24.- Desde el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) reconocieron a las personas que voluntariamente acompañan desde hace más de 20 años a las mujeres privadas de libertad alojadas en la Unidad 33 Los Hornos con asistencia espiritual.

El reconocimiento se realizó este martes a la tarde en la sede del Archivo Histórico y Museo del SPB, ubicado en 35 entre 5 y 6 de La Plata, con una misa y la entrega de diplomas.

Se trata de 15 personas devotas de la Virgen de Lourdes e integrantes de la pastoral carcelaria que asisten a las personas privadas de la libertad con la firme convicción de que la guía espiritual es una fuente de sanación y salvación.

Gracias a la iniciativa de la comunidad religiosa de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes de la ciudad de La Plata, Delia y Julio emprendieron esta tarea que han sostenido durante tantos años y que llegó a convertirlos en un faro de esperanza y solidaridad para muchas mujeres privadas de la libertad.

Junto a ellos, Adriana, Estela Luciana, Celina, Cristina, Mercedes, Susana, Ana María marcaron una diferencia significativa en las personas que acompañaron.

Durante la celebración también se homenajeó a quienes acompañaron este camino y hoy no están presentes, pero continúan en los corazones de sus compañeros y compañeras.

Luego de la homilía, el capellán general del SPB, Carlos Pont Gasqués, expresó su agradecimiento hacia la tarea pastoral desarrollada destacando la importancia del acompañamiento “la iglesia que está encarcelada, la que está adentro, es una iglesia con realidades más complejas, con quien es fundamental compartir el evangelio” y agregó “es necesario reconocer la gracia de dios también en la comunidad que han formado, ya que no es posible la evangelización en soledad”.

Acompañando con sus guitarras y cánticos estuvieron presentes integrantes de la congregación de la Medalla Milagrosa. Entre ellas, Marta Jurado expresó unas palabras al grupo: “Ustedes son ejemplo de perseverancia y persistencia. Porque al principio era mucho más difícil ingresar a los pabellones, pero ahora ese camino que allanaron ustedes, nosotros podemos continuar transitando. Lo que heredamos son los frutos de lo que ustedes han ganado con los años.”

Por su parte, el párroco Osvaldo Ballare recordó sus comienzos en la Unidad 33 en tiempos de pandemia, contó anécdotas, y agradeció el trabajo colectivo que vienen desarrollando ininterrumpidamente después de veinte años: “Ustedes tienen mucho para enseñarnos y nosotros que aprender”.

Karin Ballesteros también tomó la palabra destacando el sentido profundamente solidario y de unidad del grupo y tanto Delia como Julio agradecieron la colaboración brindada por todo el personal del Servicio Penitenciario para acceder a cada uno de los pabellones recorridos.

Pont Gasqués agradeció la inclaudicable labor en nombre del jefe del Servicio Penitenciario, Xavier Areses, de la Capellanía General y de la pastoral carcelaria “queremos hacerles llegar este reconocimiento y un pequeño recuerdo para que sepan que valoramos profundamente la tarea que hacen” e hizo entrega de un diploma para quienes colaboraron de manera desinteresada con la institución y con las personas privadas de la libertad.

MM