“Aprendimos a ser dueñas de nuestras vidas”

La Plata, 29/12/16.  Un grupo de más de veinte detenidas de la Unidad 33 de Los Hornos cerró el año de trabajo en el CPA (Centro de Prevención de las Adicciones) que funciona dentro de la Unidad, con un almuerzo donde se compartió con todo el staff de profesionales y el director de la Unidad, lo logrado en 2016 en éste ámbito.

La jornada comenzó a media mañana y fue convocada por el equipo de profesionales que integran el CPA de la cárcel; la coordinadora María José Maseira, trabajadora social; Julia Forio, psicóloga; Vanesa Villagra Abal, psicóloga, Tamara Vazquez, abogada y profesora de artística; Claudia Correa, Gabriel Navarro y Marín acuña, operadores socio-terapéuticos.

El director Placido Eirale abrió la celebración dirigiéndose a las internas: “Todos necesitamos ayuda, por eso yo las felicito por estar en este espacio. La felicidad se conquista, es una lucha de todos. Hoy la droga está en todos lados por eso hay que combatirla desde el lugar que estemos sin ser hipócritas. Tienen que combatir los malos pensamientos que son los que las hacen actuar mal. Les deseo sinceramente una buena vida a futuro y que conquisten su felicidad”.

Las detenidas en ronda devolvieron los comentarios del director con testimonios realmente conmovedores. La mayoría con lágrimas en sus ojos agradecía el apoyo y el trabajo realizado por el equipo de profesionales que dirigen el CPA. Frases como éstas inundaron el patio de la escuela primaria del penal, dejando a muchos de los presentes con la voz entrecortada; “Este lugar me ayudó a crecer”; “les agradezco porque desde que vine acá pude afrontar muchos problemas, trato de venir y cambiar por mi hija y mi familia”; “cuesta hablar del pasado, pero hay que hacerlo, pedí ayuda y no recaí.”; “ahora estoy viviendo, descubrí porqué me drogaba y resolví muchos problemas", "aprendimos a ser dueñas de nuestras vidas”.

Después de las palabras de las protagonistas del grupo, y junto a la Subdirectora de Asistencia y Tratamiento Marina Zapata, compartieron tortas y gaseosas, cantaron canciones y leyeron un texto aportado por el staff de profesionales que sirvió también para seguir reflexionando. La lectura se hizo en voz alta y las muchachas se pudieron llevar las líneas para pegar en sus celdas. El texto se trató de “Decálogo de libertad” del  Lic. en psicología Bernardo Stamateas.

Una de las internas más emocionadas fue Norma de 49 años, presa varias veces en distintas cárceles de la provincia. Con tres hijos y una historia de vida vinculada fuertemente a las drogas. Su última causa la transita en la cárcel 33 de los Hornos y está próxima a salir. Realizó tratamiento de rehabilitación al consumo de drogas con este grupo de profesionales, y hace unos días logro obtener el alta de su tratamiento. Ella se dirigió a las compañeras que comienzan recién y las más antiguas; “nunca pensé descubrir acá mi sanidad. Era redrogona y hoy soy una mujer libre, hace dos años y tres meses que no consumo drogas y yo las necesitaba para vivir. Por eso les digo a mis compañeras que no dejen este lugar es difícil venir, pero se puede”.

Nora está a punto de lograr lo más preciado, su libertad…pero se va con una misión, demostrarles a sus hijos que se puede luchar y salir de las drogas. “Voy por ellos ahora a sacarlos de la droga, Dios hace las cosas por algo, estar acá me salvó y me fortaleció y me dio herramientas para salvar definitivamente a mis hijos”.

VP


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