La conmovedora historia de superación de Mariana, una oficial penitenciaria de la Unidad 37 Barker

Barker, 10/03/23.- Mariana Leveau, de 47 años, es una psicóloga que integra el Servicio Penitenciario Bonaerense y fue una de las mujeres que superaron un cáncer de mama y entre el 3 y 5 de marzo protagonizaron una travesía hasta el Valle de las Lágrimas, en la Cordillera de los Andes.

 

La travesía fue organizada por médicos oncólogos y fue denominada “Desafiando la vida junto al cáncer de mama” con el objetivo de llegar hasta el lugar donde cayó el avión con rugbiers uruguayos en 1972, lugar donde permanecieron 72 días hasta que los sobrevivientes fueron encontrados.

Mariana es oficial del escalafón profesional y ostenta la jerarquía de Prefecto, está casada con Leonardo y tiene dos hijos, una nena de 13 y un adolescente de 16 años.

Desde que inició su carrera en el SPB cumplió funciones en la Unidad 37 Barker, ubicada a 65 kilómetros de su hogar de la ciudad de Tandil.

Con 20 años de carrera, Mariana ya volvió al trabajo de manera normal y destacó para superar la enfermedad el acompañamiento de su familia, amigos y compañeras y compañeros de trabajo.

“Me diagnosticaron cáncer de mama en el año 2019 y luego de la cirugía, posterior tratamiento y los controles de rigor me dieron el alta, pero en 2021 volvieron a encontrar dos tumores. Una nueva operación mediante y con tratamiento de quimioterapia, ahora ya estoy de alta nuevamente”, explicó Mariana.

Al reflexionar sobre lo que le pasó, Mariana sostuvo: “Cuando te enterás que tenés cáncer hay una sensación de parálisis, es como que la vida queda en suspenso”.

“Pero los temores – continuó- hay que enfrentarlos con optimismo. Eso es muy importante. Con ganas y todas las fuerzas que te quedan para superar el desafío”.

“La oncóloga Ana Laura Carlini, de una clínica de La Plata, donde me atendí además del Hospital Italiano, me dijo que se venía una travesía y me gustó la idea”, explicó la oficial penitenciaria.

Mariana se preparó con entrenamientos que consistieron en caminatas con la mochila colocada con unos siete kilos de peso. Incluyó escalar algunas sierras en Tandil, y así llegó en buenas condiciones para el desafío.

En la travesía de tres días, Mariana y el resto de las mujeres contaron con el apoyo y acompañamiento de oncólogos y guías de montañas. En algunos tramos montaron caballos silleros y mulas cargueras ayudaron al llevar el equipamiento.

“El aprendizaje en la travesía fue superlativo y transformador. No volvimos igual. Imposible de imaginar lo que vivimos. Montañas inmensas, refugios, los peligros de los precipicios y el atravesar ríos con correntadas, todo fue un desafío. Siempre, a pesar de los riesgos, estuvimos acompañados, como nos pasó al transitar el cáncer”, reflexionó Mariana.

“Pasamos adversidades en la travesía como en la enfermedad. Nos fuimos dando aliento entre todos, y eso hizo que cuando las piernas no respondían, la actitud mental fue importante y pudimos lograr el objetivo”, agregó.

Mariana quedó impactada sobre cómo lograron sobrevivir algunos de los rugbiers uruguayos ante condiciones climáticas tremendamente difíciles y sin ropa ni equipamiento adecuado.

“Fue una experiencia increíble que nos enseñó que siempre se puede seguir adelante a pesar de un panorama caótico e incierto”, concluyó Mariana.

GB



 

 

 

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