Internos de la U. 38 trabajan para escuelas salteñas

Sierra Chica, 19/10/15 El jueves por la tarde docentes y alumnos de la Escuela de Educación Media N° 5 “Rufino Sánchez” recibieron la visita del Padre Roque, un cura franciscano que hace de nexo entre esta institución y comunidades educativas salteñas, al límite con Bolivia. 

 

Desde hace once años viene funcionado en la Unidad Penitenciaria N° 38 de Sierra Chica el Taller de Materiales Didácticos, un espacio netamente solidario a cargo de la docente Laura Caba. Unos veinte internos alumnos de la escuela trabajan artesanalmente en la fabricación de diferentes materiales didácticos destinados a escuelas de la zona que lo necesitan, eso fue en un principio, porque a partir del contacto con el Padre Roque, las distancias que recorren lo que ellos producen se multiplicaron.

“En esta ocasión nos conectamos con una de las integrantes del grupo que participa de una misión a Salta y a través de ella con el padre Roque. A partir de ahí vimos que había muchas necesidades y que nosotros podíamos trabajar para estos chicos. No sólo hacer juegos didácticos, sino que además hay chiquitos de jardín y de escuela primaria que hablan el lenguaje guaraní.  Y en algunos lugares las escuelas son bilingües, las maestras y los chicos hablan los dos idiomas, por eso es que no sólo se hacen los juegos sino que hicimos sus explicaciones en los dos idiomas: castellano y guaraní. Ya realizamos dos entregas y ahora empezamos a trabajar otra vez para hacer a fin de año una tercera” comentó Laura Caba.

El padre Roque afirma que su función es como nexo. Él se encuentra en Puán, donde se hacen retiros espirituales para gente de toda la zona, “fue allí donde se conectaron los dos proyectos. Cuando se realizan los retiros también estamos atentos a ver de qué manera podemos ayudar a quienes lo necesitan. Nosotros teníamos el proyecto de voluntariado, no de misión, lo llamamos así porque cuando uno va a misionar va a compartir la fe, nosotros desde la casa de retiro hacemos un voluntariado que significa que, cada uno desde sus capacidades, no importa la creencia que tiene, lo que sí importa es venir con el objetivo de ayudar en algo”

Al referirse al trabajo de los internos destacó que “ellos son parte de nuestro proyecto, desde su lugar están colaborando. Una de las personas que viajó a llevar los juegos a Salta nos contó la alegría que esto le produjo a los chicos, y eso lo expresaron en cartas y con álbumes de fotos que les mandaron a los internos. Se ha dado un ida y vuelta hermoso”.

El motivo de esta visita es agradecimiento dijo Roque, un Franciscano de la Casa de Retiro de Puán, en su visita al taller didáctico de la Unidad 38. Los chicos recibieron rompecabezas, dominó, damas, sopa de letra en idioma guaraní y español. En la última entrega las mamás de los nenes de las escuelas también se sumaron al proyecto porque con máquinas de coser hicieron bolsas que mandaron para que pudieran enviar los juegos bien protegidos. 

La escuela a donde van estos materiales pertenecen a cuatro comunidades distintas, cada una tiene su particularidad, por más que estén cerca una de otras. “Cuando se llega con este material es una alegría inmensa para los chicos”, dijo Roque. Los próximos destinos son el Hogar Escuela Macueta que cuenta con jardín de infantes y nivel primario. Los chicos de ahí nunca habían visto un juguete, y los maestros tuvieron que aprender a la par de ellos acerca de los juegos. A ese lugar se llega sólo en 4x4, es la escuela más alejada. La Escuela 4735, Río Carapari, jardín de infantes y primaria y la Escuela Iquisa.

“Son dos comunidades que relativamente están excluidas, marginadas, y que se pudo hacer un puente que permitió que nuestros alumnos puedan sentirse útiles, ya que con su trabajo hay una comunidad que se siente totalmente agradecida y reconocida porque en algún lugar alguien está pensando en ellos, sin pensar que manos lo hicieron, sin prejuicio social. Es un trabajo totalmente solidario sin intereses de por medio más que ayudar. Se han formado lazos sociales” destacó la vicedirectora de la escuela cárcel, Mariela Merlos.

Cómo sumarse

Ya se hicieron dos entregas y a fin de año se hará una más. Dominós, rompecabezas, palabras cruzadas, juegos de sombra y de opuestos forman parte de los materiales didácticos que unos 20 alumnos de la Escuela 5 elaboran durante meses. A fin de año, las producciones saldrán de la Unidad 38 y llegarán a decenas de niños de la jurisdicción del Departamento de San Martín, a comunidades inmediatas a la frontera con Bolivia, a Escuela de Iquira, una comunidad Chané.

Una de las maneras de sumar a esta tarea es donando materiales para fabricar los juegos, puede ser: madera, pintura, chapadur, pinceles, barniz, fibrofácil, acrílico y hasta palos de escoba para fabricar las fichas de los juegos de dama. “Todo material que se consigue se usa. Todo nos es útil”, dijo la docente en relación a los materiales que se utilizan para elaborar los distintos juegos.

Parte del material lo trae el Padre Roque a partir del trabajo en los retiros, y otra parte “nosotros también pedimos donados a distintos lugares y también compramos algunas cosas con la venta del plástico que hacemos a partir del reciclado dentro de la cárcel. Una parte la vendemos y con la otra se fabrican escobillones y cepillos. Con lo producido compramos sierras para las máquinas e insumos que necesitamos. Nos vamos autoabasteciendo”, contó Laura Caba.

El mail de la escuela para quienes deseen hacer algún aporte es Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. o Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Quienes quieran participar de este proyecto desde el voluntario tienen que participar de un retiro, los cuales son a un estilo muy abierto, “ha venido gente de otras religiones, con toda la libertad de que se sientan bien y tengan ganas de ayudar. Lo que se busca es que se conozca el estilo de convivencia, que se sientan en familia, que se sientan parte, y que colaboren con las tareas. Es un trabajo muy de grupo, donde todos se tienen que sentir iguales” finalizó el padre Roque.

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