En la cárcel de La Matanza elaboraron muebles para un hogar de mujeres vulnerables
La Matanza, 16/05/25.- En una acción solidaria personas privadas de la libertad de la cárcel bonaerense de La Matanza realizaron mobiliario infantil destinado a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad.
La entrega estuvo conformada por 20 sillas y 4 mesas para niños y un baúl de juguetes grande para la Asociación Civil “Mujeres por la Nación”, la cual lo entregará al hogar “Sendas de Justicia”, destinado a mujeres con o sin hijos en situación de violencia y/o trata, donde hace más de 7 años se trabaja esta problemática.
Esta iniciativa se desarrolló en la Unidad 43 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por Juan Martín Mena, y del gobernador Axel Kicillof.
Los muebles fueron elaborados en el taller de carpintería “Vamos por Más”, del que participan 20 internos, y que realiza estas tareas tratamentales solidarias asiduamente con maderas obtenidas por donaciones.
Este taller es el resultado de la acción mancomunada entre los internos, el personal penitenciario y las asociaciones civiles que se acercan a la institución penitenciaria a través de sus referentes.
En la entrega del mobiliario estuvieron presentes la delegada de la asociación Alejandra López, como así también el director de la Unidad 43 Néstor Gómez, los subdirectores Rodrigo Del Pozo, Mariano Estanga y Ezequiel Mengarelli, junto al, el jefe de penal Gabriel Merayo, y el subjefe Franco Villaverde.
Al respecto, Alejandra contó que “dentro del hogar tenemos un espacio de niños/as, es un lugar fundamental donde madres e hijos/as encuentran la conexión con ellas mismas después de tantas exigencias, aprenden a conocerse y hasta podríamos decir que es el principio de muchas alegrías, las infancias felices traen una sociedad libre de violencia. Por eso quiero agradecerles a todos por esta donación, sepan que a partir de mañana le van a sacar una sonrisa a un montón de chicos/as”.
A su vez el interno Luis, que trabaja en el taller compartió que “cuando arrancamos hace más de dos años con este taller, queríamos demostrar que podíamos devolverle algo a la sociedad, que podíamos hacer un bien. Hoy tengo una alegría enorme, poder hacer que un niño sonría es un regalo. Hoy me voy a dormir contento con esa idea”.
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