El pabellón canalla va tomando color en la U. 45

Melchor Romero, 13/02/13 Una calurosa tarde de viernes nos trasladamos hacia la vecina localidad de Romero, para entrevistar a un interno del pabellón Nº 8, un singular personaje, cuya característica principal es que este hombre, llamado Pablo Javier Perera Montoya, es hincha fanático del club Rosario Central.

 

Ni bien llegamos fuimos recibidos muy amablemente por su Director, Sergio Servin, y todos sus empleados, en un par de minutos ya estábamos instalados para comenzar la entrevista.

Perera Montoya comenzó su relato con una amplia sonrisa y a su vez se mostró sorprendido gratamente por nuestra presencia allí, y comentó: “Yo empecé solo con el tema de modificar el pabellón, con los colores, al principio mirábamos los partidos y se sufría mucho la verdad, cuando ascendimos con Racing en 1985, fue una alegría inmensa. Con el paso del tiempo se fue armando un lindo grupo de compañeros, nos ayudábamos entre nosotros, y de a poco fuimos consiguiendo gente que nos donaba pintura y telas para hacer las banderas, como así también nos fuimos consiguiendo las camisetas de Central”.

“Gracias a todo eso le fuimos dando forma y color a este pabellón, el cual cuenta actualmente con 28 internos, a su vez hicimos nuestro equipo de fútbol, salimos a jugar todos con la camiseta de Rosario Central y competimos con internos de otros pabellones y la verdad nos gusta mucho lo que hacemos”, continuó el interno.

“La mayoría de mis actuales compañeros eran hincha de Gimnasia de La Plata y también se hicieron de Central gracias a mi, quiero destacar la buena predisposición de todos los que convivimos acá hace ya varios años, por las ganas que le ponen día a día para mejorar y también sirve para olvidarse un poco del encierro, gracias a las tareas que desarrollamos en la Unidad”. Al consultarle específicamente por cuál era su actual tarea él nos dijo: “Mirá yo acá hago trabajos relacionados al mantenimiento y limpieza del pabellón”.

Volviendo al tema del fútbol y obviamente a Rosario Central, nos relató: “Cada vez que juega Central es como una revolución, porque nos organizamos de tal forma que enseguida nos enteramos de cómo va el partido por gente amiga de un locutorio que se encuentra cerca del pabellón, entonces cuando hay un gol, todos empezamos a golpear las puertas y a gritar como si fuera el gol del campeonato, es nuestra forma de descargar tensiones y emociones acumuladas”.

Este singular hincha canalla, hace 17 años que se encuentra en la Unidad 45 de Romero, y nos contó que: “Lo único bueno que me dejó mi padre en la cabeza es que me llevó de chiquito a ver a Central y enseguida me convertí en fanático”, y que “tuve la suerte de verlo campeón de la B en el año ‘85 y enseguida cuando subió a primera A salió campeón otra vez con aquel recordado equipo del maestro Zof”.

Ese equipo de Rosario Central de la temporada 1986/87 formaba con: Lanari, Balbis, Bauza Cuffaro Russo y Pedernera,  Hernán Diaz, Cornaglia, Gasparini y Palma, Lanzidei y Hugo Galloni, este equipo es el único que logró salir campeón de la B y al otro año campeón de primera A.

Otro dato curioso para tener en cuenta es que Perera Montoya no es rosarino, “Yo nací en Morón - nos dijo-, y de chico me hice hincha del club de mis amores, y me gustaría si se puede hacer un pedido por intermedio de ustedes, para que este pabellón y esta nota les llegue de alguna manera al club y si es posible que nos manden algo, que para nosotros cualquier cosa nos viene bien, como por ejemplo una remera, no importa si es vieja o está rota, nosotros enseguida la arreglamos, o lo que sea un banderín, o lo que puedan mandar, fijate que acá somos 28 personas y todos tiramos para adelante, mis compañeros siempre están en las buenas y en las malas más todavía, la verdad son una masa”.

“En el trabajo que hicimos en el pabellón, todos colaboraron con los dibujos en las paredes, con las letras de las pintadas, con la confección de las banderas”. Tenemos un conejo como cábala que se llama Canalla, dentro del pabellón hay 9 celdas y cada una de las puertas están pintadas de azul y amarrillo. Para hacer un poco de historia les contamos cómo surgieron los colores de esta entidad rosarina: Se dice que los fundadores del club canalla fueron unos navegantes fenicios, que llegaron a estas costas remontando el río Paraná, a comienzos del 1400, y que le dieron a la camiseta los colores azul oscuro por el mar que navegaban y el amarillo patito por una epidemia de hepatitis que terminó con la vida de varios de ellos mismos”.

Para finalizar la nota, lo consultamos sobre qué se siente vivir “Presos de esta locura rosarina canalla” y Pablo nos comentó:” La vedad es un sentimiento que tiene más fuerza que la vida misma, no se explica se siente acá en el pecho y se lleva adentro del corazón” y otra cosa: “los hinchas de Newell’s están enojados porque Messi ya jugó en nuestra cancha con la selección Argentina, en cambio en la cancha de ellos todavía no debutó”.

Al finalizar la nota nos dirigimos al pabellón Nº 8 y parecía como que estábamos en un santuario de culto sagrado del hincha canalla, todo muy prolijo, muy bien pintado como un negocio de venta del club.

Así termina esta linda experiencia vivida y sobre mi mente y también la del fotógrafo que me acompañó en la producción de esta entrevista, nos quedó flotando un pensamiento, ¿Cómo no ser hincha de un equipo así que despierta tanto fanatismo en su gente?

 

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