La Maratón de Lectura tuvo su sede en la Unidad 45 Melchor Romero

M. Romero 21/09/15. Más de 180 privados de libertad jóvenes adultos participaron el viernes pasado en la Unidad 45 Melchor Romero de la jornada nacional denominada Maratón de Lectura, en el marco de las actividades culturales que se incentivan desde la Jefatura del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires.

El evento se desarrolló durante más de cinco horas en el Salón de Usos Múltiples y fue coordinado por Karina Valenti, una abogada que lleva adelante el proyecto “Cuenta Conmigo”, con los internos de los pabellones 3, 5 y 8 de la Unidad 45. 

La dinámica de la jornada de Maratón de Lectura (en el país participaron cerca de 4,5 millones de alumnos) consistió en que los jóvenes eligieran un libro de las bibliotecas del penal, para luego leerlo, analizarlo y compartir su interpretación ante el auditorio.

Algunos optaron por soñar con los poemas de Julio Cortázar. Otros se identificaron con el Martín Fierro, y los “aventureros” se sumergieron en el viaje en submarino de Julio Verne.

“Leé lo que quieras, pero leé”, dice un cartel colgado en el Salón de Usos Múltiples. Este año, por tercera vez, el penal –que cuenta con un programa propio que impulsa la lectura entre los internos– se sumó a la Maratón Nacional de Lectura.

“Doctora, yo no sé leer ni escribir”, le dijo un interno a Karina Valenti, abogada y mediadora, cuando entró al penal. Eso la motivó a armar el programa Cuenta Conmigo, que busca “bajar los niveles de violencia y fomentar la solidaridad” dentro de la cárcel, dice.

En el grupo hay 15 jóvenes que no saben leer, y “el que sabe le da una mano al otro y lo acompaña en sus primeros pasos”. Los internos se hacen llamar “Los guerreros”, como la hinchada de Rosario Central –club con el que simpatiza la mayoría, a pesar de estar en la capital bonaerense–, y por sus “ganas de superar dificultades”, dicen. Por eso, todo en el penal es azul y amarillo.

“Me distrae mucho leer, me saca del lugar donde estoy y me permite jugar con la imaginación”, dijo Brian M. (21), que trajo para compartir con sus compañeros Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. Nahuel R. (21) es un lector frecuente de novelas y reconoce que por las noches es el momento en el que más se concentra. “Me gusta leer, es una forma de despejar la mente. Además, me ayuda a reflexionar sobre lo que hice”, dice, en referencia al personaje del libro que le tocó: Mi planta de naranja lima, de José Mauro de Vasconcelos.

La tarde avanza y las historias se suceden. Todos prestan atención a lo que dice el otro. Hernán G. (22) reconoce que este tipo de actividad “genera unión y respeto” por los demás.
 
Una jornada nacional

Bajo el lema Entre el libro y el lector, un camino de infinitas lecturas, la Fundación Leer organizó  la 13° edición de la Maratón Nacional de lectura y participaron más de 4 millones de personas.

En Capital Federal el evento central se realizó en el Zoológico de Buenos Aires donde más de 800 chicos de escuelas primarias acompañados por sus docentes disfrutaron de un musical y recorrieron Postas de Lecturas en las que compartieron narraciones orales y actividades lúdicas.

En el interior del país chicos y adultos se sumaron en escuelas, plazas y clubes y compartieron el momento por las redes sociales. La propuesta que fomenta compartir un rato lectura trascendió incluso los muros de las cárceles. 

Inauguraron una biblioteca

Previo al inicio de Maratón de Lectura en la Unidad 45, se inauguró una biblioteca en el sector penal. Acompañaron en el momento del corte de cinta el Secretario del Complejo Penitenciario La Plata, Esteban Gural, el Director de la Unidad 45, Eduardo Correa y la coordinadora del proyecto “Cuenta Conmigo”, Karina Valenti.

Cuenta Conmigo es un espacio en el que se incluye a todos los jóvenes de la Unidad. Cada uno avanza en la lectura dentro de su celda y, quien recién comienza a dar sus pasos en la lectura, puede lograrlo de la mano de sus compañeros. En cada pabellón funciona una biblioteca; y el viernes se inauguró una más para que todos puedan tener acceso.

"La educación es el camino de la seguridad, no más violencia o más policías en la calle. Está bueno que haya empleos pero está mucho mejor generar un cambio inclusivo para los chicos dentro del penal", dijo Valenti.










































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