El obispo de San Isidro celebró la misa de Navidad en la Unidad 47

San Martín, 23/12/20.- En el cierre de un año marcado por el aislamiento, el equipo de pastoral Carcelaria pudo celebrar anticipadamente la fiesta más importante de la Iglesia Católica, el nacimiento de Jesucristo, la Navidad, con una misa llevada a cabo por el obispo de San Isidro en la Unidad 47.

 

La celebración presidida por Monseñor Oscar Ojea contó con la presencia del Jefe del Complejo Penitenciario San Martín, Insp. Myr. (EG) Luis G. Benítez, la Directora de la Unidad 47, Pref. Myr. (EG) María Dora Parra, los jefes de secciones, los profesionales del Departamento Técnico Criminológico, integrantes del Programa de Asistencia y Tratamiento de Jóvenes Adultos (PIATJA) y la Capellana de esa dependencia María Cristina Albornoz.

La eucaristía fue celebrada en la cancha de la unidad que lleva de nombre "la milagrosa", para rezar por todo lo vivido durante  este año exigente, de mucho trabajo, de impotencias, soledad  y de mucha creatividad, solidaridad, compañerismo en la presencia y manos de Dios, con  la certeza de que nos acompaña y comparte nuestra fragilidad.

Durante la ceremonia transmitida por zoom a los pabellones que no pudieron estar presentes, fueron bendecidas dos imágenes de la virgen, una para permanecer en la cancha, otra para el taller de alfarería y también los pesebres que permanecen en estos días en los pabellones de la Unidad.

Se trató de una experiencia inusual que convocó a voluntarios de la pastoral carcelaria, funcionarios e internos en una celebración desarrollada al aire libre, respetando las normas establecidas por el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio.

El obispo de San Isidro compartió la experiencia del hijo de Dios recién nacido en una pieza de cerámico de su propiedad que pasó de mano en mano entre los presentes. Se trata de una reliquia familiar que tiene más de 120 años, donada al padre de Monseñor Ojea en ocasión de su bautismo hace un siglo.

En esa oportunidad cada uno de los participantes de la celebración pudo transmitir un deseo para esta Navidad que se aproxima y expresar anhelos colectivos construidos a partir de la experiencia de un año colmado de dificultades.

Un año de trabajo y esfuerzo multiplicado. La religiosa María Cristina Albornoz, capellana de la Unidad 47 explicó que durante 2020 “pudimos empezar a concretar el sueño que teníamos como equipo de capellanía de ampliar el taller de alfarería; y lo estamos logrando de a poco con donaciones y la colaboración de las autoridades que nos acompañan en esto. Por eso aprovechamos este momento para decir gracias; gracias a todos”.

La idea de ampliar el taller significa la oportunidad de aprender y participar de esta actividad que lleva muchos años en la Unidad y que es muy gratificante para todos.

Al mismo tiempo Albornoz señaló que “Este año tan inesperado y distinto que detuvo todo lo programado,  nos obligó a buscar los medios para comunicarnos, estar presentes, acompañar espiritualmente a los privados de su libertad. De a poco lo logramos como muchos vía zoom, y por este medio de comunicación se pudo realizar el taller "consumo saludable"   llevado adelante por la FUNDACIÓN VINCULAR, que nos acompaña como equipo de capellanía hace varios años”.

Este curso fue fundamental para generar un espacio de escucha y reflexión; la posibilidad de registrar la Presencia de “Cuidadores” como también elegir y vivir “Consumos Saludables” y ganarle a los “Consumos Problemáticos”.

ES/OJ

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