Cuatro sociólogos egresaron del Centro Universitario de la U. 48

San Martín, 06/01/16. Gracias a un convenio entre el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional de San Martín, el Centro Universitario que funciona desde el  2009 en  la Unidad  48 cerró el 2015 con sus primeros cuatro graduados.

 

A mediados del 2015, trascendió el caso de Martín Maduri por convertirse en el primer Licenciado en Sociología graduado en contexto de encierro, luego de haber cursado sus estudios en el Centro Universitario de San Martín (CUSAM), una sede de la Universidad Nacional de San Martín con asiento en la Unidad Penal 48. En diciembre, Damián Rosas, Waldemar Cubilla y Luis Angel también obtuvieron su título universitario, y pronto se recibirán otros alumnos que pertenecen a esta primera promoción del CUSAM, oferta educativa que comenzó en el 2009 gracias a un convenio entre el Ministerio de Justicia y la UNSAM.

Esta es una experiencia inclusiva donde personas privadas de libertad y agentes penitenciarios de las Unidades 46, 47 y 48 del Complejo Penitenciario San Martín, estudian juntos. La carrera consta de 32 materias y una tesina final. Luego de realizar el primer tramo, pueden optar por la Licenciatura en Sociología o por la de Trabajo Social.

El espacio cuenta actualmente con una matrícula de 150 alumnos, entre aquellos que cursan la mencionada carrera dependiente del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad de San Martín, y quienes participan de talleres y aprendizaje de oficios como Alfabetización, Encuadernación, Teatro, Música, entre otros.

 

 

La consagración del CUSAM

La coronación de este programa de educación en contexto de encierro fue el 10 de junio pasado cuando, con un 10, Martín Maduri se recibió al presentar su tesina titulada “Sin berretines; Sociabilidad y movilidad intramuros. Una mirada etnográfica al interior de la prisión”, en el  edificio de Ciencias Sociales, Campus Miguelete, de la Universidad Nacional de San Martín.

Este acontecimiento significó un logro personal para el interno, pero también para todos aquellos que día a día apuestan a esta experiencia, entre ellos la directora del CUSAM Gabriela Salvini, docentes, alumnos, autoridades y personal penitenciario, del poder judicial, y familiares.

“Me siento muy contento por la posibilidad que tuve en la cárcel de transformarme en sociólogo. Es muy rico en lo personal, más sabiendo que puedo ser un ejemplo para los demás y demostrar que de los penales no solo salen cosas malas y negativas”, expresó Martín entre aplausos y felicitaciones en aquel momento. “Inicié la carrera en el 2009 y mi cabeza cambió. Antes robaba porque de alguna manera me sentía bien, yo creía que era ‘chorro’, tenía esa visión muy ambigua de lo bueno y lo malo y en estos más de cinco años me di cuenta de que hay otra realidad, que se abren otras puertas y así fue como me propuse llegar ahí, y acá estoy como sociólogo”, señaló.

Martín, de 39 años, se ha transformado en un referente para todos sus compañeros. Se encuentra actualmente alojado en el programa Casas por Cárceles de la U. 47, pero su carrera la transitó cuando estaba detenido en la U. 48.

En tanto, el lunes 14 de diciembre, con la presentación de “El mundo evangélico en la cárcel”, Damián Rosas se graduó de Licenciado en Sociología, al exponer su trabajo que consiste en un estudio etnográfico sobre un pabellón evangélico de la U. 48. 

Damián tiene 35 años, y luego de cumplir los 30 se dio cuenta que debía dar un vuelco a su vida que había tomado el camino equivocado y lo había convertido en “reincidente”. Entonces decidió aprovechar “la oportunidad” que la vida, la Universidad de San Martín y el sistema penitenciario le ofrecían y se anotó en la carrera. “En diciembre de 2014 terminé todas las cursadas y durante este año (por el 2015) me dediqué al trabajo de tesis; debo agradecer a las autoridades de la unidad porque si bien yo vivo en el Pabellón Universitario, me permitían todos los días ingresar al Pabellón Evangélico”, contó.

Hoy anima a sus pares a tomar el mismo camino: “Dicen que el estudio te abre la cabeza, y es cierto,  pero va mucho más allá de eso, la educación siempre es una buena opción para cambiar la realidad, a mí me la cambió y mucho, quizás en septiembre u octubre de este año esté en libertad y ya con un título, trabajo y mejores posibilidades para mi vida”. Además, “Cuando fui a defender mi trabajo final de tesis - relata- estaba el Decano del IDAES y me dio una gran noticia: tuvieron en cuenta mi petición para seguir estudiando y que como premio por mi dedicación y esfuerzo me becaron para continuar en marzo con una Maestría, estoy muy contento”.

 

Volver a dar testimonio

El 17 de diciembre llegó el turno de graduarse para Waldemar Cubilla, con la presentación de su tesina “Experiencia, trabajo y vida al margen de la institución social: el caso de los cirujas del basural de José León Suárez en la Argentina postcrisis 2001”, trabajo que realizó sobre sus vecinos en la planta de reciclado del CEAMSE.

Waldemar tiene 33 años y fue uno de los primeros pobladores de la U. 48, y de los que impulsaron la creación de la Biblioteca Juan Gelman en el penal, con el objetivo de “romper el encierro y ganar espacio a través de la educación”. Esto constituyó el primer paso para la fundación del CUSAM, donde comenzó la carrera que, al recuperar su libertad, terminó de cursar en el Campus de la UNSAM.

Ahora vuelve a la U. 48 en carácter docente. “Me da mucha satisfacción volver y acreditarme como docente. Doy Introducción a los Estudios Universitarios. Pero uno vuelve también a dar testimonio, que no se pierda el sentido, de lo que nos costó todo esto. A contar la experiencia, buena y mala”. Aunque reconoce que tiene sentimientos encontrados al regresar al penal,  dice que “la educación me cambió la vida” por eso incentiva a quienes están privados de libertad a continuar sus estudios ya que cree que “la educación es lo que puede salvar sus vidas”.

“Soy bibliotecario” se define. Al salir en libertad, fundó la Biblioteca Popular La Carcova, frente a la U. 48. “Con la experiencia del CUSAM, replicamos eso en nuestro barrio y tenemos muchos chicos, muchas actividades”. Además, trabaja en un equipo de investigación de sociología política y tiene muchos proyectos.

También en libertad, Luis Alberto Angel llegó el 21 de diciembre pasado al Campus de la UNSAM para exponer su tesina “La política acá la hacemos nosotros”, que trata sobre la construcción de las sociabilidades carcelarias, a partir del análisis de la figura del “limpieza”.

“Nos interesamos en la Sociología porque es un diálogo con la sociedad. Nosotros veníamos de transgredir las normas sociales y formarnos en esto era un poco devolver tanto daño que hicimos a la sociedad”, cuenta sobre los orígenes del CUSAM. Terminó todas las materias allí adentro y ya en libertad se dedicó a la tesis para poder recibirse.

Tiene 38 años, vive en Boulogne y pasó quince detenido. Forma parte del equipo de investigación en Criminología de la UNSAM y se dedica a la docencia. “Desde que me fui en libertad siempre volví. Porque ahí hay una necesidad y un derecho a la educación, al estudio y ese es un espacio abierto a todas las personas que quieran acceder”.

“Yo era conocido por violento, conflictivo, pero toda esa energía negativa se fue transformando en energía positiva. Esto fue progresivo gracias a los cursos de El Arte de Vivir que me ayudaron a canalizar emociones violentas como a la formación universitaria que me abrió la mente y pude entender un montón de cosas. Hoy entrar a la cárcel como investigador, como docente, y que me saluden y me feliciten los penitenciarios y ser una inspiración para los pibes es gratificante”, expresó Luis.

Los flamantes sociólogos asisten actualmente a varios compañeros de las cohortes 2009 y 2010 del CUSAM, entre ellos tres agentes penitenciarios (Rodrigo Altamirano, Nahuel Córdoba y Eduardo Villar), que se encuentran en proceso de tesis y que en breve presentarán sus trabajos finales para lograr el tan ansiado título de grado.

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