Espartanos versus resto del mundo

San Martín, 11/03/16 El viernes 4 el equipo de la rugby de la Unidad 48 recibió la visita de un equipo estadounidense, en lo que fue una jornada a puro deporte, rezo y tercer tiempo, por supuesto.

A la mañana, jugadores, allegados, visitantes y entrenadores de los Espartanos forman una ronda. Están rezando el Rosario, todos juntos y abrazados, y antes de cada Misterio dicen unas palabras, recuerdan al Papa Francisco y se emocionan. La imagen conmueve a quienes ese día llegaron por primera vez a la Unidad 48 de San Martín. 

“Todos los que vienen a esta Unidad se van con una imagen diferente a la que traían, mucho mejor por supuesto” dice orgulloso Pablo Vera, el Director de la cárcel: “los cambios que se perciben desde que existe este programa son muchos y bastante notorios, en principio la unidad entre todos, el tener un objetivo en común ayuda a la convivencia, todos piensan en ayudar al compañero, y esos valores después los llevan a la vida cotidiana”

Una de las jornadas especiales, distintas, se dio el pasado viernes, cuando veinte jugadores del Wharton Rugby Club de Filadelfia, llegaron hasta El Coliseo, tal el nombre con que fue bautizada la cancha de Los Espartanos emplazada en la Unidad 48. Allí se jugaron varios partidos en formato de seven en los que se mezclaron jugadores y lo importante fue compartir el amor al juego y confraternizar. 

El entrenador de Los Espartanos es Eduardo Oderiego, al que todos conocen como Coco, un abogado y ex jugador de San Isidro Club que desde hace siete años cada semana atraviesa los muros para enseñar los valores de este deporte creado en 1823 en Inglaterra: “los valores del rugby son importantes porque si no hay compañerismo, si no hay unidad entre ellos el equipo no funciona, ellos viven en un pabellón todos juntos así que tienen que convivir de esta manera porque sino no hay pabellón que aguante, hay varios chicos que han salido en libertad y cuando pueden vienen a rezar el rosario los días viernes o entrenar los martes”. 

Uno de esos jugadores que ya recuperó la libertad es Jesús, quien luego de estar detenido por siete años en 2015 volvió a la calle, y sin embargo no olvida que sigue siendo un orgulloso espartano: “Hoy volví porque mi verdadero cambio empezó acá adentro, yo estuve en este lugar, no tenía nada y hoy por hoy tengo más de lo que necesito, vengo a devolver un poco lo que me dio este lugar. Antes nunca había pensado en darle una mano a nadie y el rugby me enseño a cuidar a mis compañeros, a poner el cuerpo para protegerlos”. 

Todos ellos, jugadores, allegados, entrenadores y amigos de Los Espartanos tienen siempre presente y levantan como bandera una frase que les dedicó el Papa Francisco y se puede aplicar tanto al rugby como a la vida: importante no es no caer, porque cualquier puede tener una caída, lo importante es volver a ponerse de pie, y seguir jugando.

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