El Obispo de Mar del Plata celebró la misa de ramos en la Unidad 50
Batán, 21/04/25.- En una conmovedora celebración a inicios de la Semana Santa, el Obispo de Mar del Plata, Monseñor Ernesto Giobando, visitó la Unidad 50 de Batán con un mensaje de esperanza y reflexión.
El encuentro, en el que Giobando estuvo acompañado por el capellán de la unidad, Daniel Clementi, y miembros de la pastoral carcelaria, buscó recordar el sacrificio de Jesús y su resurrección, así como también la importancia de la comunidad, el perdón y la vida nueva.
La celebración de la misa comenzó con la bendición de ramos, símbolo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, seguido por la lectura de pasajes del Evangelio de San Lucas, que narran su sufrimiento.
“Jesús padeció por nosotros, pero lo importante es que resucitó”, destacó Monseñor Giobando, enfatizando el mensaje central de la Pascua, la renovación y la esperanza. Durante el encuentro, el Obispo subrayó que, a pesar de que la historia de la pasión de Jesús ocurrió hace más de 2000 años, su mensaje sigue resonando en el presente y tiene un impacto personal en cada uno: “hay cuatro relatos en los evangelios, y cada uno ofrece una perspectiva única”, reflexionó.
Asistieron a la misa más de 30 mujeres privadas de libertad quienes estuvieron acompañadas por el personal del área tratamental, la coordinadora de formación técnica, Natalia Ávila; el jefe de Asistencia y tratamiento, Maximiliano Diaz, y la subdirectora de AyT, Cintia Mandarino. Todos los presentes recibieron un ramo bendecido y dieron comienzo a la Semana Santa que concluirá en el establecimiento el día martes con la misa de resurrección.
Monseñor Giobando invitó a los creyentes a meditar sobre el papel de la soberbia y el orgullo en sus vidas, alentándoles a pensar: “¿A qué debo morir para resucitar y ser mejor?”, siendo que La Pascua representa la celebración de la resurrección de Jesús, simbolizando la victoria sobre la muerte y el pecado, en un tiempo de renovación, donde los fieles reflexionan sobre su fe y la posibilidad de una nueva vida en Cristo.
La celebración culminó con una oración colectiva donde se elevaron pedidos ante Cristo, incluyendo una oración especial por la salud del Santo Padre. El evento no solo fue un recordatorio del sacrificio de Jesús, sino también una oportunidad para que la comunidad católica de la unidad, dirigida por José Torres, reflexionara sobre sus vidas y el camino hacia la redención.
Entre cánticos y emoción el Obispo dio la comunión a cada una de las presentes, viviendo un momento de unión y espiritualidad, donde se reafirmó la importancia de la fe y la esperanza en tiempos difíciles.
CGV/MG