Puesta en marcha de un nuevo protocolo para la prevención y resolución de conflictos en la Unidad 52 de Azul

Azul, 10/09/20.- Días atrás comenzó de manera formal a funcionar en la Unidad N° 52 de Azul, un nuevo sistema de justicia restaurativa, el cual es una herramienta de pacificación y una alternativa a las sanciones disciplinarias, cometidas por las personas privadas de la libertad, con el fin de resolver conflictos a través de la mediación y de manera pacífica, contribuyendo a la formación de la autodisciplina.

 

Dicha iniciativa fue promovida desde el Ministerio de Justicia y DDHH, como así también por el Sr. Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Xavier Areses, por la Directora de Unidad Verónica Marinangeli y por la Subdirectora de Asistencia y Tratamiento Soledad Soubercazes.

Este sistema funciona a través de un Gabinete Interdisciplinario, formado por agentes del Servicio Penitenciario (entre ellos profesionales), por personas privadas de su libertad y prontamente por referentes del poder judicial y otras instituciones educativas que desarrollan diariamente su trabajo en esta unidad. La labor se basa en un “Protocolo para la prevención y solución de conflictos y fomento de la mediación en contexto de encierro”, el cual fue debidamente diseñado, desarrollado y proyectado desde una perspectiva de género por ser una cárcel que alberga solo a mujeres y teniendo en cuenta las características y problemáticas propias de la población femenina.

Este grupo interdisciplinario, luego de varias reuniones de puesta a punto, intercambio y consensos en los lineamientos sobre su funcionamiento, tuvo su primera intervención en un caso específico, constituyéndose en un gran desafío y una apuesta a la inclusión de nuevas políticas de acción.

A raíz de ello la Coordinadora de dicho gabinete, Natalia Medina, explicó: “Este protocolo ha llegado para mejorar los canales de diálogo entre las autoridades penitenciarias, las personas privadas de su libertad y demás actores, intenta darle la posibilidad a la persona privada de su libertad de reconocer sus propios actos y las consecuencias de los mismos, como así también poder participar en el diseño de las propuestas y actividades que deberá desarrollar para resarcir el daño causado.” Y continúo: “Es un cambio de paradigmas, la justicia restaurativa en el trabajo diario, escuchar todas las voces y sustituir el encierro por tareas de índole comunitario y/o crecimiento y desarrollo personal”.

RD/VP

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