Internos elaborarán sus alimentos con materias primas obtenidas por propia producción
La Plata, 28/01/16 En el marco de los cambios que se implementan en el ámbito del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, se presentó anteayer en La Plata el plan de autoabastecimiento estratégico, que pretende convertir a las Unidades Penitenciarias en centros auto-sostenibles, auto-sustentables y proveedores del Estado, siendo eficientes y eficaces administradores de los recursos públicos.
Dentro del autoabastecimiento estratégico se contempla en una primera etapa la instalación de Plantas Elaboradoras de Viandas en Cocido, destinadas a la alimentación de la población carcelaria, producidas con un 70% de materias primas obtenidas de las actividades agropecuarias desarrolladas por los internos. Se generará un circuito productivo en el cual todas las actividades son llevadas a cabo por las personas privadas de su libertad coordinados por Profesionales Penitenciarios especialmente capacitados para tal fin.
El acto se desarrolló en la sede del Museo del Servicio Penitenciario y fue presidido por el titular de esa repartición, Fernando Díaz, y participaron los integrantes de la plana mayor. La presentación del Proyecto fue realizada por Alejandro Clar, a quien se le asignó la planificación del mismo junto a un equipo de trabajo encabezado por el Subdirector General de Asistencia y Tratamiento Inspector, Miguel Magdalena.
El proyecto se enmarca en el Programa de Modernización de la Gestión de la Subdirección General de Trabajo Penitenciario, donde se crearon la Dirección de Autoabastecimiento Estratégico y la Dirección de Producción Penitenciaria. “Vamos a utilizar todos los recursos del sistema para elaborar los alimentos que van a consumir los internos. Esto incluye la producción de verduras, lácteos, miel, pollos, huevos, cerdos y otras iniciativas similares”, explicó Díaz.
La primera etapa del programa se desarrollará en la Unidad 12 Gorina y luego se extenderá a la Unidad 18 de esa misma localidad, con la proyección de que en unos meses se incorpore a las cárceles de Melchor Romero y Los Hornos, para luego incluir a la totalidad de las Unidades del Complejo La Plata y Olmos, prestando servicio alimentario a más de 8000 beneficiados, entre el personal penitenciario de guardia y los privados de libertad.
El Director General de Asistencia y Tratamiento, Horacio Falcone, explicó que “con el asesoramiento de nutricionistas vamos a elaborar viandas alimentarias teniendo en cuenta cada estación del año a fin de utilizar los productos de las huertas en las que desarrollan actividades los internos”.
La iniciativa cuenta con el aval del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires y tiene como objetivo mejorar la calidad de los alimentos, lograr una más eficiente gestión de los recursos públicos mediante programas de capacitación en la producción y manipulación de alimentos los internos obtendrán las correspondientes libretas sanitarias que los habilitarán a ejercer la profesión cuando retornen al ámbito libre.
“Se promueve la implementación de espacios formativos teóricos y técnico prácticos, donde los participantes que se incorporen voluntariamente; adquieran habilidades e internalicen hábitos de trabajo que contribuirán al desarrollo de sus aptitudes personales en pos de potenciar sus capacidades, con la finalidad de generar emprendimientos que puedan replicar en el retorno a su vida en libertad, y contribuir de esta forma a bajar el nivel de reincidencia en el delito”, expuso Clar.
“En las cárceles bonaerenses se llevan adelante distintas matrices productivas en las que participan las personas privadas de su libertad. Por ejemplo, en la Unidad 12 Gorina existe una variada producción agropecuaria, se crían cerdos, pollos y se cultivan vegetales; en la Unidad 14 de General Alvear existe un tambo con una planta elaboradora de quesos duros y blandos. Se prevé avanzar en un proyecto de sustitución de proveedores a medida que se consolide el plan”, detalló Magdalena.
Es decir que la producción agropecuaria que se obtiene en las cárceles bonaerenses servirá para bajar los costos en el sistema de viandas en casi un 40 por ciento, a la vez que se mejoran los estándares de calidad. Se incorporarán también actividades amigables con el medio ambiente, como una adecuada gestión de los residuos y cultivo orgánico de vegetales.
Con estas actividades se procura que las personas privadas de su libertad incorporen valores para una mejor vida en sociedad.
Producción industrial
Se generan emprendimientos productivos propios, donde las personas privadas de su libertad encuentren espacios de inclusión en cultura laboral, y a su vez provean al Estado Nacional, Provincial Y Municipal, en particular al Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires de diversos bienes y servicios; entre los productos obtenidos podemos citar colchones ignífugos, indumentaria para la industria gastronómica y el ámbito de la salud, sabanas, mantas, toallas, toallones, mobiliario escolar, etc. Los ingresos obtenidos se utilizan para retroalimentar los circuitos productivos y generar nuevas actividades.
Las personas privadas de libertad cumplirán jornadas de participación en las actividades productivas de 6 horas diarias, articulando con alguna formación teórica en el resto del día a través de la amplia oferta educativa existente en las Dependencias Penitenciarias, recibirán además un incentivo económico de Inclusión Social, todo ello acorde a los lineamientos que rigen al Programa I.N.C.L.U.I.R.T.E (Programa de Inclusión en la Nueva Cultura Laboral Universal, Integrando Recursos de Trabajo y Educación).
