La Unidad 2 de Sierra Chica: historia, trabajo y educación para la reinserción social

Sierra Chica, 21/03/25.- La Unidad 2 de Sierra Chica, inaugurada el 4 de marzo de 1882, es una de las prisiones más antiguas del país. A lo largo de sus 143 años de historia, ha sido testigo de innumerables cambios en su infraestructura, estructura operativa y, sobre todo, en sus propuestas para los privados de la libertad, brindando oportunidades concretas para la reinserción social.

 

Ubicada en un extenso predio de 60 hectáreas, a solo 12 kilómetros de la ciudad de Olavarría, la Unidad presenta un diseño panóptico de 12 pabellones, con 4 pabellones comunitarios pequeños. A su vez, existen espacios para el deporte, el trabajo y el funcionamiento de instituciones educativas.

Desde su creación en 1881, la Penitenciaría de Sierra Chica ha sido un referente del sistema penitenciario nacional.

La cárcel, que comenzó con solo dos edificios y un muro de tres metros de altura, ha evolucionado significativamente a partir de mantener las estructuras originales y de ampliar espacios.

En la actualidad, el muro que rodea a la Unidad se eleva a siete metros de altura, con un espesor de un metro en su parte superior, donde los centinelas realizan tareas de vigilancia.

El trabajo dentro del establecimiento ha sido siempre uno de los pilares del tratamiento penitenciario. Hoy, los internos de la Unidad 2 participan en diversas actividades productivas, como en la panadería que abastece tanto a la población interna, como a las Unidades 27 y 38. Además, funcionan una carpintería, un taller de tapicería, de herrería, de pintura y de reparación electrónica.

Con el objetivo de cuidar el medioambiente y con el fin de lograr que los privados de libertad cuenten con una formación que permita su inclusión laboral, se realiza el procesado desde la planta RAE (Reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos) de Sierra Chica.

También está en la Unidad presente el Centro de Formación Profesional Nº 402 que, junto al Servicio Penitenciario Bonaerense, promueven la formación en oficios. A la vez, desde el conocimiento y práctica es que los trabajadores privados de la libertad realizan donaciones a instituciones de la zona, en pos de colaborar con la sociedad.

La educación ha tenido un papel fundamental en la reinserción de los internos. Actualmente, en la Unidad 2, funcionan varias instituciones, como la Escuela Primaria de Adultos N° 701 y la ex Escuela de Educación Media N° 5, hoy transformada en Centro de Educación de Nivel Secundario N° 455. Además, a través de un convenio con la Facultad de Ciencias Sociales

de la Universidad Nacional del Centro, los internos acceden a estudios universitarios en carreras como Abogacía, Antropología, Arqueología y Licenciatura en Comunicación Social.

En el ámbito de actividades tratamentales, la Unidad ha incorporado una serie de iniciativas para promover la inclusión y el desarrollo integral de los internos. En ese sentido, se destacan el pabellón de Diversidad de Género, que permite un

espacio de contención y respeto para las personas privadas de libertad que pertenecen a la comunidad LGTBIQ+, y el Taller de Braille dentro del Pabellón Literario, que ofrece una experiencia de inclusión a quienes tienen discapacidad visual, mientras que incide en el aprendizaje de un oficio para los detenidos.

Además, en el marco del Programa Integral de Asistencia y Tratamiento para Jóvenes Adultos (PIATJA), se promueven actividades deportivas bajo la coordinación de los profesores en Educación Física de la Unidad 2, como el equipo Catriel Rugby Club, que fomenta el trabajo en

equipo, la disciplina y el respeto.

A su vez, hay un acompañamiento del CEF Nº 100 de Sierra Chica, que realiza rutinas e intercambios con otros espacios deportivos como modo de socializar a los internos alojados en la Unidad 2.

Por otro lado, las actividades impulsadas por el Centro de Acceso a la Justicia Social (CAJUS), el espacio de inclusión sociolaboral y otros programas, como Pabellones Literarios para la Libertad, reflejan el compromiso de la institución con la formación integral de los internos, quienes, además de recibir educación y formación laboral, encuentran en estas

actividades una vía para fortalecer el desarrollo personal y social.

A través de estas iniciativas, la jefatura de la Unidad 2 de Sierra Chica constituida por el director Carlos Silva, y por los subdirectores de Seguridad, Carlos Wilhelm, de Tratamiento, Sergio Siles, y de Administración, Guadalupe Díaz, continúa evolucionando hacia un modelo

penitenciario más humano, enfocado en la reinserción de las personas privadas de libertad.

 

CP/MTD

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