Presos de la U.3 elaboran 150 mil hostias por mes

San Nicolás, 19/04/11 En el marco de las actividades laborales que el Ministerio de Justicia y Seguridad impulsa en las cárceles bonaerense, detenidos alojados en la Unidad 3 san Nicolás, fabrican cerca de 150 mil hostias por mes para ser distribuidas en las parroquias de la diócesis de San Nicolás y de los santuarios que lo soliciten.



La iniciativa surgió de manera conjunta entre las autoridades del penal y la capellanía que funciona en la cárcel. Dos internos fueron capacitados por hermanas de la orden Carmelitas y se instaló en el sector talleres de la penitenciaría la máquina que se necesita para la producción, oriunda de España, detalló un vocero penitenciario.

Damián Vidano, el capellán de la Unidad 3 San Nicolás, explicó que "además de la capacitación que las monjas realizaron con los internos, los catequistas que visitan la cárcel también se instruyeron y colaboran en el proceso".

Miguel, de 60 años, y Walter, de 25, son los privados de libertad que coordinan el emprendimiento, y Fabián, un liberado, es el que se encarga de distribuir la producción de hostias en las parroquias.

"Nos han solicitado hostias desde la Basílica de Luján, de parroquias de Venado Tuerto, capital Federal y aún desde la Patagonia", detalló Vidano. En esos casos la producción se envía por encomienda.

La elaboración de hostias es un proceso complejo y requiere de mucha limpieza y una temperatura ideal, explicó el vocero penitenciario.

"Antes de iniciar la producción los internos rezan y luego se colocan gorros, delantal y guantes y empiezan con el trabajo, que a diferencia de otras fábricas, se caracteriza por la actividad artesanal", indicó Vidano.

Con harina y agua, pero con el cuidado de contar con la temperatura ideal, el proceso de la fabricación de hostias tiene varios pasos: hacer la masa, cocinarla, realizar las planchas, humecederlas, tamizarlas, cortarlas y embolsarlas. "Todo eso conlleva varios días, pero la dinámica ya la tienen", señaló Vidano respecto a los internos.

El Monseñor de la Diócesis de San Nicolás, el Obispo Héctor Cardelli, bendijo la fábrica al momento del inicio de esta actividad.

Héctor Almirón, el director de la Unidad 3, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, explicó que "los internos trabajan unas seis horas diarias, y por esa actividad reciben un peculio. No obstante, lo más importante es que ellos se sienten muy bien con lo que hacen. Manifiestan respeto y agradecimiento por la oportunidad laboral que se les brinda en contexto de encierro, y ahora, en víspera de semana santa han incrementado la producción".

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