Misa de Jueves Santo en la Unidad 6

Dolores, 03/04/24.- El nuevo Obispo de la Diócesis de Chascomús, Monseñor Juan Ignacio Liébana, ofició en la Unidad 6 el Jueves Santo, la misa de la última Cena del Señor, junto al Capellán Luis Aguirre.

 

La celebración donde los discípulos de Cristo testifican los beneficios adquiridos por Jesús en su muerte y resurrección, incluyó el lavado de pies de 12 privados de la libertad, imitando de este modo al número de apóstoles con los que compartió Jesucristo, la ultima cena antes de su crucifixión.

Monseñor Juan Ignacio Liébana, quien fue nombrado por el Papa Francisco, recibió su ordenación episcopal el 2 de marzo del corriente año en la Ciudad de Chascomús e inició el gobierno pastoral de esa jurisdicción eclesiástica. A la asunción asistió, en representación de la Unidad 6 y la Pastoral Carcelaria, el coordinador de culto Marcelo Peralta.

Acompañaron la sagrada misa, el director de la Unidad Marcelo Banega, el subdirector Adrian Eduard, Oficiales, Suboficiales y guardias junto a los privados de la libertad y el coro conformado por tres catequistas de la localidad de Mar de Ajó, encargadas de tocar la guitarra e interpretar el cancionero católico. 

Banega agradeció el gesto a Monseñor Liébana por compartir este día tan especial e hizo extensivo el agradecimiento al Padre Luis y a los integrantes de la Parroquia, siempre presentes para participar junto al personal y los internos, de un momento de reflexión único, como el vivido en Semana Santa.

“Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado, se levantó de la cena, se quitó su manto y tomando una toalla, puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. Pedro le dijo: Señor ¿tú me lavas los pies? No me lavarás los pies jamás, respondió Jesús lo que yo hago, tú no lo comprenderás ahora, más lo entenderás después. Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Luego tomó su manto, volvió a la mesa y les dijo, si yo he lavado vuestros pies, vosotros debéis lavaros los unos a los otros, tomad como ejemplo. El ciervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió” expresó Liébana.

Seguidamente, tomó su báculo y explicó que fue obsequiado por un privado de la libertad de otra Unidad y tenía un significado más que especial para él.

Al concluir la misa, se le hizo entrega a Monseñor Liébana, una Cruz de madera tallada por los internos como gesto de agradecimiento de su presencia en tan emotiva fecha.

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