Internos de la Unidad 38 alegran a los niños vestidos de payasos
Sierra Chica, 25/07/18. Matías y Mario se toman su tiempo y dedican cada gota de pintura para salir a animar. Ellos son los payasos Tarambana y Disciplina que todos los domingos llevan humor y alegría a los hijos de los privados de la libertad que visitan a sus padres. Viven en el pabellón N° 3 de la Unidad 38 y profesan el culto evangelista.
“Nosotros también estamos en contexto de encierro pero debemos tratar de romper con eso de que hijo de preso sale preso, por eso inventamos juegos y trasladamos a los chicos a otro mundo más colorido”, cuenta Disciplina emocionado.
Con dos bolsas mágicas y gigantes que mayormente están vacías, los chicos esperan descubrir lo que hay allí, pero los payasos invitan a los visitantes a imaginar con juegos o algún caramelo masticable que trae la familia o algún vecino de la zona acerca al establecimiento carcelario, qué puede haber en esas bolsas.
Hay risas, cariño y contención. Se ha generado un vínculo del que la propia familia también forma parte: “Una vez un nene me dijo: 'payaso te amo' y me emocioné mucho” cuenta Tarambana. “Damos abrazos y esperamos el domingo para verlos otra vez”.
Desde la sección de Vigilancia y Tratamiento de la Unidad acompañan esta iniciativa que no se ve generalmente en las demás cárceles de la Provincia a excepción de fechas puntuales como Día del Niño, Navidad y Reyes. Los payasos agradecen y también destacan el acompañamiento de Ezequiel y Jorge, dos compañeros de pabellón que apoyan este proyecto de vida personal y para los demás.
Finalmente, a coro, los dos payasos quieren hablar de sus hijos. “Hace mucho que no los vemos y acá jugamos como lo haríamos con ellos”.
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