Inédita jornada deportiva por la inclusión en la U.38

Sierra Chica, 02/12/11. El pasado 29 de noviembre, en horas de la tarde, en el SUM de este establecimiento carcelario se vivió una experiencia inédita en donde el deporte, la integración y el intercambio fueron los ejes fundamentales para el encuentro.

Se disputó una jornada de torball coordinada por los profesores de educación Física del CEF 100 Claudio Miserantino y Daniel Marini conjuntamente con los profesores Gabriel Coronel y María Inés García.

 

El encuentro reunió a Daiana Moura y Daniel Briscioli (ciegos) y a los alumnos internos universitarios y de la Escuela de Educación Media Nº 5 para compartir un día diferente a través de esta disciplina tan particular y sin precedentes dentro de la institución penitenciaria.

“Destacamos la iniciativa y la importancia del deporte como método de inclusión para las personas ciegas y los privados de la libertad” dijo el Director de la U.38 José Giménez.

Por su parte Briscioli destacó la defensa por la integración “retroalimentándonos con experiencias entre personas discapacitadas e internos”.

La tarde ofreció risas, silencio absoluto (que requiere este deporte) y varios interrogantes acerca del reglamento, la inusual pelota con cascabeles y el corto tiempo que duran los partidos.

El Profesor Gabriel Coronel destacó que “se requiere mucha intensidad de juego a pesar de los dos tiempos de cinco minutos que lo comprenden, pero sus reglas y el alto nivel de concentración auditiva es fundamental”.

Daina Moura, que en otras oportunidades había concurrido a la Unidad Nº 38, expresó que “siempre es un placer para mi volver a esta Unidad porque los alumnos de aquí me ayudaron mucho para que hoy yo esté cursando la carrera de abogacía en Azul”.

Finalmente Miserantino destacó que “este encuentro es la mejor manera de cerrar el año destacando la importancia de incluir a internos y discapacitados y que ambos se unan para dejar un mensaje claro acerca del valor del deporte”.

 


Acerca del Torball
 

Este deporte se creó exclusivamente para personas ciegas o con deficiencias visuales. Juegan 3 jugadores por equipo en una cancha de 16 metros de largo y 7 de ancho. Se realiza con una pelota sonora que tiene que ser arrojada por debajo de tres cuerdas que se encuentran a los largo de la cancha. El objetivo del juego es meter la pelota dentro del arco del adversario, el cual mide lo mismo que el ancho del campo de juego y tiene 1,30 m. de alto.

La pelota debe ser lanzada con las manos y los jugadores pueden desplazarse parados, arrodillados o agachados. El juego requiere de un gran sentido auditivo y de orientación espacial por parte de quienes practican esta disciplina, ya sea para interceptar o lanzar la pelota o para saber en qué sector de la cancha se encuentran.

Este dinámico deporte se puede practicar con diferentes finalidades: como una actividad de rehabilitación, para la mera recreación o para competir en alto nivel. Es un juego mixto y los pueden practicar desde niños hasta ancianos.

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